Coger El Tranquillo. free porn video
Le voy cogiendo el tranquillo a este mundo del BDSM y confieso que cada vez me gusta más.
Es una faceta que recomiendo.
Dentro del BDSM hay varias facetas, a mí la que más me atrae es la del Bondage que es básicamente lo que hago con Lorena una buena amiga.
"La dominación y el sado se lo dejo para otros, a mí no me verán nunca maltratando una mujer aunque sea consentido, jugando o a la fémina en cuestión le encante."
No siempre que he estado con Lorena ha sido en su faceta de sumisa, también hemos vainilleado.
Con tanto estrés entre trabajo, casa y circunstancias varias, uno necesita evadirse y en momentos de agobio uno necesita una válvula de escape.
Así que necesito aliviar tensiones, tengo mono de Lorena y en un nuevo pronto de esos que me cogen me pongo en contacto con ella. Lorena es cómplice de mis fantasías ocultas, no me dice que no a nada..., (de momento ja, ja). Se está convirtiendo en mi sumisa oficial.
Acordamos vernos donde habitualmente.
Llego con antelación porque no me gusta llegar con prisas, paseo por las cercanías haciendo tiempo, mirando escaparates y..., me suena el teléfono, es ella, ¿dónde estás?, le digo que abajo en la calle, a lo que me contesta, "sube que tengo muchas ganas de estar contigo". Pues no se hable más para arriba que voy.
Me encanta como me recibe detrás de la puerta, los taconazos de siempre, medias y braguitas negras y esta vez nada más, solo unas pequeñas pinzas metálicas que adornan sus pezones y su collar de sumisión. Está guapísima.
Se abalanza sobre mí como otras veces y me come la boca apasionadamente mientras me lleva a la habitación. Proseguimos los morreos sin tregua hasta que me pregunta si deseo algo de beber, le pido un refresco que me va a buscar. A la vuelta se extraña de verme todavía vestido tal cual.
Le comento que esta vez será un pelin diferente, saco un papel que llevo guardado, se lo hago leer punto por punto y a medida que va leyendo se excita y se alegra, me lo firma sin dudarlo.
Ahora, le digo en cumplimiento de lo firmado me has de desvestir tu.
Empieza a desnudarme mientras me come la boca, y yo le doy leves azotes en su trasero, cuando llega a los pantalones me los saca y rápidamente engulle mi polla poniéndomela bien a punto.
¿"Desea una ducha el Sr.?", le digo que sí y me acompaña hasta la ducha.
Mientras me ducho permanece a mi lado con la toalla preparada, salgo de ella y le digo que me seque, a lo que accede sin rechistar, me seca todo el cuerpo y cuando llega donde te dije, vuelve a hacerme otra mamada impresionante que le hago detener para evitar derrames imprevistos.
Volvemos a la habitación, me pide permiso para sacarse las pinzas a lo que accedo, me pregunta si deseo darles unos azotes, se coloca apoyada sobre el potro, le bajó y le saco sus braguitas, le empiezo a acariciar las nalgas y le azoto suavemente, subiendo de intensidad cada vez, a ella le gusta, cómo me hace notar con sus comentarios soeces. Prefiero utilizar mi mano a algún que otro instrumento para azotarla, me gusta sentirla.
Voy alternando azotes con caricias y no paro hasta que las tiene bien rojas.
Me lo agradece con otra mamada.
La guío hasta la cama y se sienta en el borde, de un empujón hago que se estire a la vez que levanta y separa ampliamente sus piernas ofreciéndome ese coñito que me vuelve loco, me arrodillo y me como ese manjar que tiene entre las piernas, no para de gemir y pedir que no pare y eso hago hasta que se corre. "Gracias Sr., me he corrido como una cerda".
No la dejo descansar y procedo a masturbarla con mis dedos, de nuevo vuelve a correrse, no por ello dejo de masturbarla mientras mordisqueo sus pezones la cojo por las piernas se las levanto y vuelvo a azotarla para que sus nalgas recuperen el color.
En esta posición decido trabajar su ano, me lo como y lo ensalivo bién ensalivado para poder introducir un plug en su culito y jugar con el, cojo un vibrador-masajeador se lo acerco a su coño y variando las velocidades vuelvo a hacer que se estremezca pero esta vez le introduzco mi polla en su boca y ella la engulle en su totalidad hasta el fondo y así mientras le follo la boca tengo sus otros dos orificios ocupados.
Le coloco unos grilletes a sus muñecas unidos por una cadena que le permite libertad de movimientos, de cuclillas me realiza otra mamada que me supone grandes esfuerzos para no correrme.
Le recuerdo que antes me ha firmado un papel en el que accedería a una serie de deseos, pero Lorena se ha portado siempre tan bien conmigo que no tengo ni una sola queja (bueno alguna sí, ja, ja) así que se me ocurre premiarla y así se lo hago saber.
"En el rato que queda, estas liberada del compromiso firmado, puedes hacer lo que quieras conmigo".
Hay que ver cómo le cambia la cara a Lorena, me lo agradece enormemente con un morreo de escándalo y se pone enormemente contenta.
Abre un cajón, saca un collar de perro que me coloca y me dice "a partir de ahora serás mío, me vas a llamar Sra. y me debes total obediencia". Me estira sobre la cama boca arriba me coloca su coño en mi cara y me dice "lame perro, lame hasta que me canse."
Me manda darme la vuelta, boca abajo, va a buscar un floger y me azota con él por todo mi cuerpo, a continuación se estira sobre mi espalda y me restriega todo su cuerpo contra el mío.
Vuelve a mandarme que me de la vuelta y me levanta las piernas para realizarme un beso negro espectacular, se coloca unos guantes de látex para proceder con un masaje prostático mientras va pensando los siguientes pasos, no tarda en decidirse, coje unas pinzas de la ropa y me las coloca en mi polla y testiculos a la vez que la masajea con el vibrador eléctrico consiguiendo una trampera espectacular, la cual evidentemente no pasa desapercibida.
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Es una faceta que recomiendo.
Dentro del BDSM hay varias facetas, a mí la que más me atrae es la del Bondage que es básicamente lo que hago con Lorena una buena amiga.
"La dominación y el sado se lo dejo para otros, a mí no me verán nunca maltratando una mujer aunque sea consentido, jugando o a la fémina en cuestión le encante."
No siempre que he estado con Lorena ha sido en su faceta de sumisa, también hemos vainilleado.
Con tanto estrés entre trabajo, casa y circunstancias varias, uno necesita evadirse y en momentos de agobio uno necesita una válvula de escape.
Así que necesito aliviar tensiones, tengo mono de Lorena y en un nuevo pronto de esos que me cogen me pongo en contacto con ella. Lorena es cómplice de mis fantasías ocultas, no me dice que no a nada..., (de momento ja, ja). Se está convirtiendo en mi sumisa oficial.
Acordamos vernos donde habitualmente.
Llego con antelación porque no me gusta llegar con prisas, paseo por las cercanías haciendo tiempo, mirando escaparates y..., me suena el teléfono, es ella, ¿dónde estás?, le digo que abajo en la calle, a lo que me contesta, "sube que tengo muchas ganas de estar contigo". Pues no se hable más para arriba que voy.
Me encanta como me recibe detrás de la puerta, los taconazos de siempre, medias y braguitas negras y esta vez nada más, solo unas pequeñas pinzas metálicas que adornan sus pezones y su collar de sumisión. Está guapísima.
Se abalanza sobre mí como otras veces y me come la boca apasionadamente mientras me lleva a la habitación. Proseguimos los morreos sin tregua hasta que me pregunta si deseo algo de beber, le pido un refresco que me va a buscar. A la vuelta se extraña de verme todavía vestido tal cual.
Le comento que esta vez será un pelin diferente, saco un papel que llevo guardado, se lo hago leer punto por punto y a medida que va leyendo se excita y se alegra, me lo firma sin dudarlo.
Ahora, le digo en cumplimiento de lo firmado me has de desvestir tu.
Empieza a desnudarme mientras me come la boca, y yo le doy leves azotes en su trasero, cuando llega a los pantalones me los saca y rápidamente engulle mi polla poniéndomela bien a punto.
¿"Desea una ducha el Sr.?", le digo que sí y me acompaña hasta la ducha.
Mientras me ducho permanece a mi lado con la toalla preparada, salgo de ella y le digo que me seque, a lo que accede sin rechistar, me seca todo el cuerpo y cuando llega donde te dije, vuelve a hacerme otra mamada impresionante que le hago detener para evitar derrames imprevistos.
Volvemos a la habitación, me pide permiso para sacarse las pinzas a lo que accedo, me pregunta si deseo darles unos azotes, se coloca apoyada sobre el potro, le bajó y le saco sus braguitas, le empiezo a acariciar las nalgas y le azoto suavemente, subiendo de intensidad cada vez, a ella le gusta, cómo me hace notar con sus comentarios soeces. Prefiero utilizar mi mano a algún que otro instrumento para azotarla, me gusta sentirla.
Voy alternando azotes con caricias y no paro hasta que las tiene bien rojas.
Me lo agradece con otra mamada.
La guío hasta la cama y se sienta en el borde, de un empujón hago que se estire a la vez que levanta y separa ampliamente sus piernas ofreciéndome ese coñito que me vuelve loco, me arrodillo y me como ese manjar que tiene entre las piernas, no para de gemir y pedir que no pare y eso hago hasta que se corre. "Gracias Sr., me he corrido como una cerda".
No la dejo descansar y procedo a masturbarla con mis dedos, de nuevo vuelve a correrse, no por ello dejo de masturbarla mientras mordisqueo sus pezones la cojo por las piernas se las levanto y vuelvo a azotarla para que sus nalgas recuperen el color.
En esta posición decido trabajar su ano, me lo como y lo ensalivo bién ensalivado para poder introducir un plug en su culito y jugar con el, cojo un vibrador-masajeador se lo acerco a su coño y variando las velocidades vuelvo a hacer que se estremezca pero esta vez le introduzco mi polla en su boca y ella la engulle en su totalidad hasta el fondo y así mientras le follo la boca tengo sus otros dos orificios ocupados.
Le coloco unos grilletes a sus muñecas unidos por una cadena que le permite libertad de movimientos, de cuclillas me realiza otra mamada que me supone grandes esfuerzos para no correrme.
Le recuerdo que antes me ha firmado un papel en el que accedería a una serie de deseos, pero Lorena se ha portado siempre tan bien conmigo que no tengo ni una sola queja (bueno alguna sí, ja, ja) así que se me ocurre premiarla y así se lo hago saber.
"En el rato que queda, estas liberada del compromiso firmado, puedes hacer lo que quieras conmigo".
Hay que ver cómo le cambia la cara a Lorena, me lo agradece enormemente con un morreo de escándalo y se pone enormemente contenta.
Abre un cajón, saca un collar de perro que me coloca y me dice "a partir de ahora serás mío, me vas a llamar Sra. y me debes total obediencia". Me estira sobre la cama boca arriba me coloca su coño en mi cara y me dice "lame perro, lame hasta que me canse."
Me manda darme la vuelta, boca abajo, va a buscar un floger y me azota con él por todo mi cuerpo, a continuación se estira sobre mi espalda y me restriega todo su cuerpo contra el mío.
Vuelve a mandarme que me de la vuelta y me levanta las piernas para realizarme un beso negro espectacular, se coloca unos guantes de látex para proceder con un masaje prostático mientras va pensando los siguientes pasos, no tarda en decidirse, coje unas pinzas de la ropa y me las coloca en mi polla y testiculos a la vez que la masajea con el vibrador eléctrico consiguiendo una trampera espectacular, la cual evidentemente no pasa desapercibida.
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Blaze
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