The ReboundChapter 2
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Viernes por la noche yel trabajo terminó relativamente temprano, por lo que a las 11 de la noche, y sin más que hacer, me dirigía a casa, más la fiesta estuvo tan buena que en el camino me dio algo de sed.
Estando cerca de la Zona Rosa, pasé a un bar en la calle de Genova para una cerveza antes de continuar el camino a casa.
Esa cerveza se prolongó a otra gracias a que una chica que estaba sola aceptó charlar y me contó que iba con su familia, que de hecho los estaba esperando, por lo que apenas llegaron por ella, pagué mi cuenta y me dispuse a ir a casa, más los enormes senos de esta dama me pusieron a andar la hormona, así que decidí ir a la Ciudadela a ver que había, pues en otras noches me di cuenta que la acción sigue sobre avenida Juárez o en el Parque, del lado del Metro.
Así pues, caminé y llegué por avenida Cuauhtémoc, pasando frente a donde hay un bar, a media cuadra, que se veía concurrido, pero no con el tipo de gente que me agrada, así que seguí mi camino y entre los puestos, adelante de la base de taxis, me pareció ver una parejita, así que rodee para aclarar el panorama, no fuera a salirme gavilán por buscar paloma, más apenas vi que era una dama y un caballero, abordaron un auto y se fueron.
La adrenalina la llevaba a mil, por lo que de imaginar la posibilidad de que regresaran ya tenía una buena erección.
Caminé de aquel lado y nada, así que decidí ir a dar la vuelta del otro lado, rumbo a la parte entre los campamentos y la biblioteca, donde hay una suerte de zona de tolerancia que se presta para el jugueteo.
Apenas avancé por Avenida Juárez, vi a dos singles brillando a una pareja en un auto gris, así que me acerqué e hice lo mismo.
ella se veía muy bien, delgadita, con un mini vestido semitransparente que luego me daría cuenta era solo un camisoncito, sin nada debajo, tocándose su cosita con la yema de los dedos.
La dama me vio, me pidió que me acercara y tocó mi verga, volteó a decir algo a su marido y me dijo "Súbete", quitando el seguro de la puerta de atrás.
Así lo hice y me presenté, a lo que el caballero me respondió, diciendo que se notaba que ya tenía experiencia y eso era lo que buscaban, quizá por la manera en que ya tenía dura la verga a diferencia de los otros caballeros.
Me pidió pasar al asiento detrás de él, haciendo espacio para que su esposa se pasara, dándome una rápida chupada y recostándose en el asiento, dispuesta a la penetración, por lo que desabroché mi pantalón, lo bajé junto con mi ropa interior, me puse un condón y así, sin más, la penetré de un golpe para iniciar un bombeo intenso, salvaje, pues el auto iba en marcha y había que aprovechar cada instante.
Las ventanas traseras y el medallón llevaban protectores, por lo que no me preocupé de que me vieran, si así fuera, tendría que ser alguien muy observador.
Seguí bombeando y aprovechando el espacio cuanto pude, girándola en ambos lados, arrancándole algunos orgasmos que ella disfrutó bastante.
Eventualmente, después de un rato, regresamos a Avenida Juárez, donde ella me dijo que quería probar mi leche, a lo que él secundó diciendo que podíamos dar otra vuelta, a lo que les propuse ir a otro lado, me dijeron que por el tiempo no tenían esa posibilidad porque de no haber habitaciones sería necesario buscar hasta encontrar.
Les propuse ir al estacionamiento y así lo hicimos mientras yo la penetraba, vaya que a la dama le gusta la verga y a su hombre le encanta ver como se la coge otro.
Me acomodé las ropas, pagué y pasamos al fondo, donde se veía algo de movimiento, más el caballero eligió un lugar apartado de los demás.
Ya con calma, me desnudé, me cambié el condón y besé sus tetas, dedeandola para continuar el pistoneo, intenso, ahora ya con plena libertad para ponerla de perrito mientras él veía por el retrovisor.
La volví a poner de lado y así seguí, ella no quiso montar, para que el auto no se moviera de más, pero bueno, ya el jaleo era bastante intenso.
La coloqué patitas al hombro y así le di un buen rato, hasta que bajé sus piernas, la acomodé un poco más al centro y de misionero me fui recostando, preparando el final.
Así, cuando le dije que me venía, ella me dijo "Mojamela", metiendo sus manos entre nuestras caderas, sacando mi verga de ella, arrancando el condón y empujando su vulva húmeda con fuerza hacia mi verga, que apenas encontró el espacio, dejé ir al fondo, de un golpe, sin piedad.
Así estuvimos largos instantes hasta que sentí que me venía, apretando ella sus piernas alrededor de mi cadera, contoneando la suya mientras con sus manos se apretaba a mi espalda.
Deje ir los chorros de leche dentro de ella y reposamos unos instantes.
Él me pasó un poco de papel, que usé para limpiar mi sudor mientras me salía de ella, quién tomó mi verga y la llevó a sus labios para limpiarla, chupando hasta la última gota.
Me vestí mientras ella pasaba al asiento del copiloto y él la besaba, dedeandola, ella se puso una pantie que seguramente se quitó cuando iniciaron el jugueteo.
Me llevaron de regreso al parque y se fueron.
Seguramente jugaron con mi leche, que ella llevaba entre sus piernas.
Eran ya casi las 3 de la mad**gada y el flujo de autos, aunque lento, prometía más, así fue, pero eso ya lo contaré en otra ocasión.
Estando cerca de la Zona Rosa, pasé a un bar en la calle de Genova para una cerveza antes de continuar el camino a casa.
Esa cerveza se prolongó a otra gracias a que una chica que estaba sola aceptó charlar y me contó que iba con su familia, que de hecho los estaba esperando, por lo que apenas llegaron por ella, pagué mi cuenta y me dispuse a ir a casa, más los enormes senos de esta dama me pusieron a andar la hormona, así que decidí ir a la Ciudadela a ver que había, pues en otras noches me di cuenta que la acción sigue sobre avenida Juárez o en el Parque, del lado del Metro.
Así pues, caminé y llegué por avenida Cuauhtémoc, pasando frente a donde hay un bar, a media cuadra, que se veía concurrido, pero no con el tipo de gente que me agrada, así que seguí mi camino y entre los puestos, adelante de la base de taxis, me pareció ver una parejita, así que rodee para aclarar el panorama, no fuera a salirme gavilán por buscar paloma, más apenas vi que era una dama y un caballero, abordaron un auto y se fueron.
La adrenalina la llevaba a mil, por lo que de imaginar la posibilidad de que regresaran ya tenía una buena erección.
Caminé de aquel lado y nada, así que decidí ir a dar la vuelta del otro lado, rumbo a la parte entre los campamentos y la biblioteca, donde hay una suerte de zona de tolerancia que se presta para el jugueteo.
Apenas avancé por Avenida Juárez, vi a dos singles brillando a una pareja en un auto gris, así que me acerqué e hice lo mismo.
ella se veía muy bien, delgadita, con un mini vestido semitransparente que luego me daría cuenta era solo un camisoncito, sin nada debajo, tocándose su cosita con la yema de los dedos.
La dama me vio, me pidió que me acercara y tocó mi verga, volteó a decir algo a su marido y me dijo "Súbete", quitando el seguro de la puerta de atrás.
Así lo hice y me presenté, a lo que el caballero me respondió, diciendo que se notaba que ya tenía experiencia y eso era lo que buscaban, quizá por la manera en que ya tenía dura la verga a diferencia de los otros caballeros.
Me pidió pasar al asiento detrás de él, haciendo espacio para que su esposa se pasara, dándome una rápida chupada y recostándose en el asiento, dispuesta a la penetración, por lo que desabroché mi pantalón, lo bajé junto con mi ropa interior, me puse un condón y así, sin más, la penetré de un golpe para iniciar un bombeo intenso, salvaje, pues el auto iba en marcha y había que aprovechar cada instante.
Las ventanas traseras y el medallón llevaban protectores, por lo que no me preocupé de que me vieran, si así fuera, tendría que ser alguien muy observador.
Seguí bombeando y aprovechando el espacio cuanto pude, girándola en ambos lados, arrancándole algunos orgasmos que ella disfrutó bastante.
Eventualmente, después de un rato, regresamos a Avenida Juárez, donde ella me dijo que quería probar mi leche, a lo que él secundó diciendo que podíamos dar otra vuelta, a lo que les propuse ir a otro lado, me dijeron que por el tiempo no tenían esa posibilidad porque de no haber habitaciones sería necesario buscar hasta encontrar.
Les propuse ir al estacionamiento y así lo hicimos mientras yo la penetraba, vaya que a la dama le gusta la verga y a su hombre le encanta ver como se la coge otro.
Me acomodé las ropas, pagué y pasamos al fondo, donde se veía algo de movimiento, más el caballero eligió un lugar apartado de los demás.
Ya con calma, me desnudé, me cambié el condón y besé sus tetas, dedeandola para continuar el pistoneo, intenso, ahora ya con plena libertad para ponerla de perrito mientras él veía por el retrovisor.
La volví a poner de lado y así seguí, ella no quiso montar, para que el auto no se moviera de más, pero bueno, ya el jaleo era bastante intenso.
La coloqué patitas al hombro y así le di un buen rato, hasta que bajé sus piernas, la acomodé un poco más al centro y de misionero me fui recostando, preparando el final.
Así, cuando le dije que me venía, ella me dijo "Mojamela", metiendo sus manos entre nuestras caderas, sacando mi verga de ella, arrancando el condón y empujando su vulva húmeda con fuerza hacia mi verga, que apenas encontró el espacio, dejé ir al fondo, de un golpe, sin piedad.
Así estuvimos largos instantes hasta que sentí que me venía, apretando ella sus piernas alrededor de mi cadera, contoneando la suya mientras con sus manos se apretaba a mi espalda.
Deje ir los chorros de leche dentro de ella y reposamos unos instantes.
Él me pasó un poco de papel, que usé para limpiar mi sudor mientras me salía de ella, quién tomó mi verga y la llevó a sus labios para limpiarla, chupando hasta la última gota.
Me vestí mientras ella pasaba al asiento del copiloto y él la besaba, dedeandola, ella se puso una pantie que seguramente se quitó cuando iniciaron el jugueteo.
Me llevaron de regreso al parque y se fueron.
Seguramente jugaron con mi leche, que ella llevaba entre sus piernas.
Eran ya casi las 3 de la mad**gada y el flujo de autos, aunque lento, prometía más, así fue, pero eso ya lo contaré en otra ocasión.
Dottie
- 24.12.2022
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