A Well Lived Life 2 Book 5 MichelleChapter 42 Pater Familias
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MI CHOFER Y SU FAMILIA free porn video
Luego de la primera vez que les conté con esos dos machos negros, se convirtió mi vida en una obsesión por esa exquisita raza. A mi padre, por razones de trabajo, le asignaron un chofer. Y para mi buena suerte era otra belleza que ya hace semanas me traía loca. Cada vez que entraba a la piscina y él andaba por allí noté que me miraba con calentura. Yo ya con mis 18 años, mis caderas, nalgas y algo de senos, caminaba por casa siempre despreocupada por lo que traía puesto. Dejé crecer mi cabello rubio y nunca dejaba de ponerme algo especial para que lo notara. Mi padre tuvo que salir de viaje y quedamos él y yo solos en casa. Una mañana desperté temprano y me puse a tomar unos vodkas al borde de la piscina con su azúcar blanca, que cuando la uso me pone muy mujer.
Ya eran casi las doce del medio día. Con siete tragos encima y un par de cucharadas estaba realmente sazonada. Al borde de la piscina traía una tanga, que prácticamente no se veía por lo pequeña que era y siempre sin nada encima. Es cuando escucho entrar el auto y decido acostarme boca abajo levantando las nalgas y abriendo algo las piernas. El calor era insoportable, más aún con mi aditivo y los rusos blancos. Ingresa a la zona de la piscina, me saluda y se sienta cerca. No soporté más y me lancé a la piscina. Claro está que hacía ciertos movimientos en el agua para que mi víctima me viera bien.
Entonces le digo que qué hacía con traje con semejante calor y que se lo sacara, se pusiera una truza y se metiera a la piscina. Contestó que no tenía. Salí de la piscina y le dije que me mirara, que al final con o sin tanga estaba realmente desnuda. Entré otra vez y ví cómo se desvestía y volví a acertar. Era un burro en el buen sentido de la palabra. Entró a la piscina y comenzamos a jugar voleyball. En un momento la pelota se alejó de los dos y fuimos rápido a ver quién la tomaba primero. Cuando la agarré, sentí que por atrás me abrazaba buscando quitarme la pelota. Fue inevitable. Sentí su pene en mis nalgas y me rendí. Tomó con sus manos mis pequeños senos, mientras frotaba su bendición en busca de entrar al medio de mis dos nalgas. Me bajó la tanga, me sacó medio cuerpo del agua y quede con mi culo abierto a su entera disposición.
Sin pérdida de tiempo le pedí que por favor me lo hiciera duro. Y lo primero que hizo fue metérmela de golpe y en segundos ese fuerte dolor se convirtió en un inmenso placer. Entraba y salía con fuerza, hasta que salió de la piscina, se sentó en el piso, puso mi rostro en su pene, me lo hizo mamarla hasta que se vino y les juro que ninguna gota quedó fuera de mi boca. A los segundos sentí que comenzó a hacer pis y no paré de tragar su semen y su agua dorada. Fuimos a mi dormitorio, nos duchamos y me dijo que me pusiera la ropa más puta que tuviera porque eme iba a llevar a su casa como su novia, porque era cumpleaños de su hermano.
Y decidí por un short diminuto de jean y nos fuimos a su casa. Al llegar eran como quince negritos y negritas en una fiesta de locura. Cuando entré toda rubia, al principio me miraban raro, pero de inmediato tome fuerza y me uní al grupo. Seguimos tomando y vaya sorpresa. Una belleza de 1.85, unos senos y nalgas de mujer de 10 puntos comenzó a conversar conmigo. Traía una minifalda y sin sostén era una Diosa. Claro está que no se imaginaba que era transexual. Y yo nada de tonta le pedí que me prestara su baño. "Amor tengo uno privado en mi dormitorio." Así que fuimos. Entré a lavarme un poco el rostro y cuando salí estaba desnuda en la cama y caramba...era travesti y para variar en la raza negra una inmensa manguera.
Cuando me quité mi short y vio mi pequeño miembro pasó lo mismo. Se sorprendió. Así que terminé sentada encima de ella con toda su metralleta dentro de mí lanzando bala tras bala. No sigo, porque ya me puse hot.
Ya eran casi las doce del medio día. Con siete tragos encima y un par de cucharadas estaba realmente sazonada. Al borde de la piscina traía una tanga, que prácticamente no se veía por lo pequeña que era y siempre sin nada encima. Es cuando escucho entrar el auto y decido acostarme boca abajo levantando las nalgas y abriendo algo las piernas. El calor era insoportable, más aún con mi aditivo y los rusos blancos. Ingresa a la zona de la piscina, me saluda y se sienta cerca. No soporté más y me lancé a la piscina. Claro está que hacía ciertos movimientos en el agua para que mi víctima me viera bien.
Entonces le digo que qué hacía con traje con semejante calor y que se lo sacara, se pusiera una truza y se metiera a la piscina. Contestó que no tenía. Salí de la piscina y le dije que me mirara, que al final con o sin tanga estaba realmente desnuda. Entré otra vez y ví cómo se desvestía y volví a acertar. Era un burro en el buen sentido de la palabra. Entró a la piscina y comenzamos a jugar voleyball. En un momento la pelota se alejó de los dos y fuimos rápido a ver quién la tomaba primero. Cuando la agarré, sentí que por atrás me abrazaba buscando quitarme la pelota. Fue inevitable. Sentí su pene en mis nalgas y me rendí. Tomó con sus manos mis pequeños senos, mientras frotaba su bendición en busca de entrar al medio de mis dos nalgas. Me bajó la tanga, me sacó medio cuerpo del agua y quede con mi culo abierto a su entera disposición.
Sin pérdida de tiempo le pedí que por favor me lo hiciera duro. Y lo primero que hizo fue metérmela de golpe y en segundos ese fuerte dolor se convirtió en un inmenso placer. Entraba y salía con fuerza, hasta que salió de la piscina, se sentó en el piso, puso mi rostro en su pene, me lo hizo mamarla hasta que se vino y les juro que ninguna gota quedó fuera de mi boca. A los segundos sentí que comenzó a hacer pis y no paré de tragar su semen y su agua dorada. Fuimos a mi dormitorio, nos duchamos y me dijo que me pusiera la ropa más puta que tuviera porque eme iba a llevar a su casa como su novia, porque era cumpleaños de su hermano.
Y decidí por un short diminuto de jean y nos fuimos a su casa. Al llegar eran como quince negritos y negritas en una fiesta de locura. Cuando entré toda rubia, al principio me miraban raro, pero de inmediato tome fuerza y me uní al grupo. Seguimos tomando y vaya sorpresa. Una belleza de 1.85, unos senos y nalgas de mujer de 10 puntos comenzó a conversar conmigo. Traía una minifalda y sin sostén era una Diosa. Claro está que no se imaginaba que era transexual. Y yo nada de tonta le pedí que me prestara su baño. "Amor tengo uno privado en mi dormitorio." Así que fuimos. Entré a lavarme un poco el rostro y cuando salí estaba desnuda en la cama y caramba...era travesti y para variar en la raza negra una inmensa manguera.
Cuando me quité mi short y vio mi pequeño miembro pasó lo mismo. Se sorprendió. Así que terminé sentada encima de ella con toda su metralleta dentro de mí lanzando bala tras bala. No sigo, porque ya me puse hot.
India
- 10.06.2020
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