Historia De Corinne - Spanish free porn video
Sitúo mi relato en el Otoño de 1.993.
Era una fría y lluviosa tarde del mes de Octubre, había terminadode cenar. Me había aseado y puesto un camisón de color naranja.Me senté en el sofá para ver el noticiario de las 9 de la noche.
En la casa hacía bastante calor. El suficiente para permitirme elpermanecer en camisón por toda la casa.
Pero, antes de entrar en mi relato, os diré que mi nombre es Corinney que vivo sola.
Mis señas personales son bastantes buenas. Mido 1.70 m. y peso 57kg., además, poseo unas medidas bastantes buenas, según mis amigos.Tengo el pelo castaño y mi actividad profesional es la fotografíapublicitaria.
Y ahora, ya prosigo con la cruel experiencia vivida, durante algo mas delos 5 años que duró. En el momento del comienzo del relato, contabacon 24 años.
***
Encendí el televisor y me estiré en el sofá. Estabananunciando medias de señora, cuando en ese preciso instante llamarona la puerta.
Me sentí rara, pero se pasó rápidamente. A pesar deello, me dirigí a la puerta y observé por la mirilla. Era René.Le abrí apresuradamente y le abracé, antes de que le hubieradado tiempo a hablar.
Al cerrarse la puerta me condujo hasta el salón de una forma, algomas violenta que en ocasiones anteriores. Sin embargo, no le di la mas mínimaimportancia.
Me hizo sentar en el sofá. Y le obedecí con la sonrisa enlos labios. Antes de que pudiera decir palabra, él se sentó frentea mí y dijo ...
*** Corinne. Necesito saberhasta donde llega tu amor por mí.
*** Sabes que haríacualquier cosa por tí. ¿Pero a que viene semejante pregunta?.
*** ¿Serías capazde someterte libremente a unos amigos?.
*** Me asustas. ¿Qué eslo que sucede?.
*** Antes contesta. ¿Loharías por mí?.
*** Sí. Lo haríapor tí. Pero ésto es una tontería, ¿qué eslo que sucede?.
*** Estoy en un aprieto. Debomucho dinero y lo necesito ya. Pero olvídate de lo que te he dicho.Debo estar loco, solo con pensarlo.
*** No. Me tienes a mí yademás tengo algunos ahorros, ¿cuánto necesitas?.
*** Te vas reír. Tansolo 10 millones de dólares.
*** Dios mío, pero ¿cómohas podido perder semejante cantidad?.
*** Es muy largo de contar.Bueno será mejor que te cambies de piso durante un tiempo. Mis amigossaben quien eres, porque yo les he hablado de tí muchas veces.
*** Pero, si saben quien soy,me localizarán por mi trabajo.
*** Deberás dejar detrabajar por un tiempo.
*** No. Será mejor darla cara y que nos dejen en paz. Me habías empezado a comentar, que siyo era capaz de someterme a otras personas. Pues bien, soy capaz, siempre ycuando a tí te parezca bien y sirva de algo.
*** Sí serviría,pero no me apetece semejante actuación.
*** No se hable más. ¿Cuándodebo presentarme a tus amigos y en donde?
*** Lo peor de todo, es queellos se pondrán en contacto contigo en el momento en que les parezcamas oportuno. Si estás dispuesta a este sacrificio obedécelesen todo lo que te digan.
*** No te preocupes. Todo saldrá bien.Ahora vamos a la cama.
*** Lo siento, pero debo hacerlas gestiones oportunas, para que no seas molestada hasta el día dela cita.
Tan solo, le vi como se levantaba, me abrazaba y me daba un beso. Luegose separó y salió de la casa.
Me quedé atónita. Recordé la cifra de los 10 millonesde dólares. ¿Era posible que yo valiera esa cifra, por una sesión,aunque fuera de lo mas asquerosa?.
Aparté la idea de la cabeza y me fui a la cama. Debía olvidary tranquilizarme.
A la mañana siguiente, me desperté con un mal sabor. Me aseé yme vestí. Luego salí de casa mirando a todas partes. A cada personaque veía y se acercaba a mí, me hacía temblar y esperabaque me dijera algo.
Durante tres días no ocurrió nada. Y cuando ya estaba empezandoa sosegarme, la cuarta noche sonó el teléfono. Lo cogí ycontesté .....
--- Dígame ...
--- Corinne ? ...
--- Sí. Al habla.
--- Soy amigo de René. ¿Teha hablado de un trato?.
--- Sí. ¿Qué eslo que desea?.
--- A tí. ¿Estásdispuesta?
--- Sí. Dígamecuando y donde.
--- No te apresures muñeca.Nosotros iremos a recogerte. Por ahora, tan solo te diré como debesvestir. Para empezar, quítate toda la ropa. Ya. .......
................. Muy bien.Ahora deja preparada una maleta con los tres vestidos que tienes sueltos. Todala ropa interior y las medias, tíralas.
De momento eso es todo. Otracosa, mañana, cuando vayas a trabajar, no te pongas ropa interior. Además,pedirás 3 meses de permiso. Y ten en cuenta, que estarás vigilada.Ahora descansa. Adiós.
Había cortado la comunicación. Me quedé estupefacta.Cuando comencé a entrar en razón, marqué el númerode René. Pero no debía estar. Por lo menos sabía que hastala mañana siguiente, nada me pasaría.
Descansé plácidamente.
Al sonar el despertador, me incorporé y me aseé como de costumbre,pero al ir a coger la ropa interior, me acordé de la conversaciónde la noche.
Lo acepté y separé mi ropa interior y las medias, del restode mis vestidos. Luego me vestí con un vestido de color azul. Me sentí algorara, pero no le di mayor importancia y me apresuré a irme al trabajo.
Por el camino, pensé como podían ellos saber, cual era misituación en la empresa. Llegué decidida y vi al jefe de turnode producción. Y entonces le expuse mi necesidad.
Me puso mala cara y me echó una bronca terrible, pero al final meconcedió aquel permiso, que yo no deseaba en absoluto.
Desde la oficina volví a llamar a René. Quedamos para comer.
Nos vimos en su casa. Al verme me abrazó y me dio las gracias, portodo lo que estaba haciendo. Al intentar tocarme, se dio cuenta de que no llevabaropa interior. A su pregunta le conté lo de la llamada. El asintió todoel rato en silencio y al final de mi relato, me comunicó que estabaactuando muy bien.
Pasamos una velada estupenda. Antes de que se hiciera de noche, sonó elteléfono. Contestó René. Al momento me lo pasó,diciendo que era para mí.
Lo cogí temblorosa y contesté. Entonces escuché ....
--- Corinne. Es ya un poco tarde. Debes volver a casa, sola. No te preocupespor el camino, te estaremos guardando, sin que consigas vernos.
Dentro de media hora sonará el teléfono en tu casa. Si noestás o no lo coges, me enfadaré. Adiós .---------
Me debí de quedar lívida, por la cara con que miraba René.Me levanté después de vestirme, me despedí de René.Salí al exterior y sentí una soledad gélida. Me encaminé atoda prisa hacia mi casa. Y llegué en menos de 20 minutos.
Me puse cómoda y aguardé la llamada.
Y exactamente a los 30 minutos, sonó el teléfono. Lo cogí ydije :
--- Y ahora, que desea ?
--- No te pongas nerviosa.Ahora, te desnudas del todo. Y después sales a la terraza hasta quevuelva a sonar el teléfono. .------
Me quedé estupefacta. Había colgado.
Me desnudé como me habían pedido, pero salir a la terrazano me apetecía lo mas mínimo. Además hacía un pocode frío.
Sin embargo, al final, me decidí a salir desnuda. Sentí comoel frío se metía en mi interior. Sabía que desde algúnsitio debían estar vigilándome, pero incapaz de saber desde donde,ya que mi casa daba al campo y por allí no se veía a nadie.
Los segundos se me hacían eternos. A pesar de mis temblores y miscastañeteos, debí permanercer mas de 5 minutos en la terraza.
Y por fin sonó el teléfono. Entré disparada en la habitacióny descolgué el auricular. Y dije ......
--- ¿Diga?
--- Te has portado muy bien,aunque has tardado algo en obedecer. Pero estamos satisfechos. Ahora acuéstate.Y pon el despertador a las 5 de la mañana. Cuando suene te levantarásy asearás como de costumbre. Pero antes de vestirte, abrirásla puerta de la casa y allí encontrarás un paquete con una nota.Sigue sus instrucciones. Ahora, que tengas felices sueños. Hasta mañana..---------
Había colgado. Mi corazón saltaba con fuerza. Nunca me habíasentido tan nerviosa y agitada.
Al poco rato, me dije a mí misma, que yo había buscado estasolución por el bien de René y que debía aceptar todolo que me pasara.
Me dirigí al dormitorio y me acosté. Antes, tuve la precauciónde poner el despertador a la hora indicada.
Me dormí rápidamente. Me desperté en medio de una pesadilla,hasta que comprendí el significado de aquella sirena. Era el despertador.
Me levanté y me dirigí al baño. Abrí el grifodel agua caliente y me situé bajo el chorro de agua. Estuve largo rato.Hasta que me sentí caliente y relajada.
Después me sequé. Y antes de vestirme, recordé lo quehabía dicho mi interlocutor. Por tanto, me dirigí desnuda haciala puerta. Tras escuchar un breve instante, la abrí y encontré elpaquete. Lo cogí y cerré la puerta rápidamente.
Entonces, leí el papel. Decía lo siguiente ......
+++++ Corinne.
Dentro de la bolsa encontrarásun vestido. Póntelo. Permanece descalza y sin ropa interior. Pero antes,depílate y maquíllate a conciencia. Serás recogida a lolargo del día. Espera a que el teléfono suene. Contesta y yasabrás lo que debes hacer. Ah! Y no tomes alimento alguno. Y tampoco,bebas o fumes. Adiós. +++++++
Abrí el paquete y pude ver un majestuoso vestido, aunque algo corto.
Pero antes de probármelo, me dirigí al baño y preparé lacera para la depilación.
Después de depilarme, y aunque no me lo habían indicado, meduché sin mojarme el cabello. A continuación pasé al dormitoriopara maquillarme.
Tras 1 hora de maquillaje, quedé soberbia. Antes de ir a vestirme,sonó el teléfono. La voz de siempre me anunció ......
--- Me parece estupenda laforma como te has pintado. Pero es nuestro deseo que te maquilles los pezonesy la vagina. Además no debes vestirte.
--- ¿Cómo saben,lo que he hecho?
--- Eso es un secreto. Ahoraobedece. Y ten en cuenta de que si intentas vestirte o tomar algo, nosotroslo sabremos y entonces, habrás echado a perder todo. Otra cosa despuésde pintarte, permanece en pie. Si notas cansancio, siéntate en una silla,pero dejando separados los muslos. Hasta dentro de poco. ...........
Me dediqué a maquillar los pezones y la vagina. Y los dejé preciososambos.
Como no sabía que hacer, puse la televisión. Y antes de queme diera cuenta sonó el teléfono. Era él. Tan solo meindicaba que apagara la televisión.
Le obedecí, pero me quedé ligeramente abrumada. Me levanté ycomencé a dar vueltas por la casa.
Ya estaba harta de ver las mismas cosas y me disponía a sentarmeotra vez cuando sonó de nuevo el teléfono. Lo cogí ávidamentey exclamé ....
--- Dígame.
--- Preciosa. Ha llegado elmomento. Ponte el vestido de la bolsa. Para los pies utiliza las botas de ante.Encima ponte el abrigo de piel de zorro azul. Pero elige el modelo largo. Cogela maleta con la ropa que te señalé en su día. Y además,prepara todo el equipo de fotografía. Y cuando llamen a tu puerta, abrey sal con todo el equipaje.
Ah! No verás a nadie.Pero tú bajarás hasta la calle. Habrá un coche de colorrojo esperándote. Sube a él y aguarda.
Me sentí mas nerviosa que nunca. Me coloqué el vestido y loszapatos. Luego preparé la maleta y todo el equipo fotográfico.Y por fin me coloqué el abrigo. No tuve tiempo de nada más. Enese instante sonó el timbre de la puerta.
Cogí la maleta y la bolsa y tras abrir la puerta, salí. Lacerré y bajé hasta la calle. Y en efecto había un cocherojo. No se veía nada en su interior, ya que tenía los cristalesteñidos.
Abrí la puerta de atrás y coloqué mi equipaje. Despuésme acomodé en el asiento lo mejor que pude. Y esperé. No podíaver el puesto del conductor, ya que los asientos de atrás estaban separadospor una mampara.
Antes de que me diera cuenta, el coche se puso en movimiento. Intenté abrirla puerta, pero ésta, estaba sellada. Me dejé llevar sin preocuparmede más. Al cabo de unos minutos, oí una voz que me indicaba queme quitara el abrigo.
Obedecí dócilmente y me lo quité. Y la verdad es quelo agradecí, pues el calor era bastante elevado. Aparte de no poderver el exterior, debido al tinte de las lunetas.
Me quedé pues, con el vestido. Y así transcurrieron por lomenos un par de horas, o al menos a mí me lo parecieron.
Por fin el coche se detuvo y la puerta quedó desbloqueada. Una vozme anunció que debía salir. La obedecí sumisa y abrí lapuerta. No vi a nadie y salí al exterior. Al mirar hacia atrás,vi a dos encapuchados. Uno de ellos me dio el abrigo y el otro se encargó demi equipaje.
Me indicaron que caminara hasta un avión cercano.
Caminé hasta el aparato. Y al llegar me conminaron a que subiera.
Al entrar vi una fuerte luz de color roja. Una voz me indicó en dondedebía sentarme. Después de quitarme el abrigo, me senté endonde se me había indicado. Y las compuertas se cerraron. Y la luz rojase tornó en Azul.
Noté las vibraciones del aparato. Y al poco supe que me encontrabaen pleno vuelo. No se cuanto tiempo volamos. Tan solo, que se me hizo corto.
Aterrizamos sin problemas y la luz azul se tornó de nuevo en roja.La compuerta se abrió y pude ver el exterior. A la vez sentí unaatmósfera mas cálida. Salí al exterior y me vi ante unos10 hombres.
A pesar de haberme quedado ligeramente anonadada, me dirigí haciaellos hasta que uno se adelantó ligeramente. Entonces me quedé quietay esperé recibir las órdenes correspondientes.
Aquel hombre se limitó a darme la bienvenida y preguntarme como habíahecho el viaje. Me cogió de un brazo y con suavidad me condujo hastasu coche. Me hizo entrar y él, se sentó junto a mí. Yenseguida me dijo ....
*** Corinne. En este lugarde la tierra, puedo permitirme el lujo de lo que quiera. Tengo mas de 100 jovencitas,que me hacen mas dulces mis días.
También poseo esclavasy súbditos. Esto te lo digo, para que me confirmes si aún siguesdecidida a dejarte someter por tu amante. Si no quieres seguir adelante, dímeloy mandaré a mis hombres que te devuelvan a tu casa.
Pero si aceptas, firma estedocumento. Y al final de la prueba, recibirás 1.000.000 de dólaresy además serás devuelta a casa.
No venía a cuento preguntar nada más, por el momento. Firmé yse lo di.
Entonces, el coche se puso en marcha y quedamos a solas en la penumbra.
Entonces, le pregunté .......
*** Que es lo que me van ahacer ?.
*** No es el momento de contártelo,en la recepción oficial se te explicará tu cometido y lo quese espera de tí. Ahora relájate, pero antes ponte estas sandalias.Estarás mucho mas cómoda y además realzarán tuspiernas.
Llegamos en menos de media hora. El me indicó el camino y subimoslas escaleras, seguidos por sus amigos. Entramos en la casa y pude ver a masde 100 personas, que se afanaban por verme.
Mi dueño y anfitrión, se refirió a mí, con granelocuencia y dejándome muy alta en mi dignidad. También se refirió ami hermosura, de la que dijo que sería contemplada después dela cena.
Yo me había sentido bastante tranquila y acompañé sinreparos a mi anfitrión. Hizo un recorrido general de la casa. Despuésde mas de 20 minutos de estar observando salas, salimos a uno de los balconesde aquel palacio.
Entonces me entraron escalofríos, al ver a mas de 20 jovencitas,totalmente desnudas, como eran zurradas por varios de los invitados a la recepción.
Y lo peor era el ver en las manos de ellos, objetos de cuero, posiblementefustas, con las que atormentaban las tiernas carnes de aquellas niñas.
Miré a mi dueño y le espeté .....
*** ¿A qué esdebido que esas jóvenes deban soportar semejante castigo?
*** Esas jóvenes, comobien dices, son mis esclavas. Y yo las cedo a mis huéspedes para quese diviertan.
*** Pero, es injusto e inhumano.
*** Es mi forma de entenderla felicidad. Por el momento, tú te encuentras al margen. Pero has detener en cuenta que vivirás en este ambiente.
Pero por el momento, eres mihuésped. Y cambiando de tema, deberás tener un hambre feroz.Te apetece merendar conmigo ?
*** Sí. Estaríaencantada.
*** Sabía que eras unamujer bien educada. Bien! Vamos a merendar. Y por cierto, el vestido te resaltatodo el cuerpo de forma sobresaliente.
Nos dirigimos escaleras abajo hasta la biblioteca. Me hizo entrar la primeray pude admirar toda la belleza que escondía aquel lugar de la casa.
Me dijo que si prefería estar descalza, que a él le pareceríabien.
La mesa era de cristal y a través de ella podía ver mis florecientesmuslos. Y él me los miraba con descaro. Aproveché un descuido,para hacer que el vestido se me subiera.
Le contemplé como quedaba extasiado ante la muestra.
El, pareció salir de su letargo y dio dos palmadas. Enseguida aparecierondos jovencitas de unos 16 años. Estaban casi desnudas, ya que solo lascubría un pequeño delantal de color rojo.
El, pidió por los dos. Y para beber pidió champagne.
Las jóvenes le obedecieron sin prestarme atención alguna.Y al cabo de unos minutos aparecieron con un par de fuentes de alimentos variados.
Comí con deleite. Pero no me quise pasar, para no quedar mal ante él.
Las jovencitas retiraron el servicio sin mediar comentarios. Y entonces,mi dueño me susurró ....
*** Corinne. Deseo que hayas disfrutado de la merienda. Esta no volverá arepetirse para tí. Ahora iremos a mis habitaciones y te indicaré elvestido que deberás llevar para la cena.
Se levantó de la mesa y yo lo seguí, tras calzarme las sandalias,que al final me había quitado.
Subimos hasta el último piso. Me indicó una puerta y yo pasé.Pero me quedé paralizada en el umbral. Había 3 mujeres completamentedesnudas, que me sonreían.
El me animó a entrar con un ligero empellón. Y me vi anteaquellas mujeres, asustada y acomplejada.
El, ignoró mi situación y estupor y las dijo que me desnudarany que me bañaran. Y se sentó en una butaca ligeramente elevadade la bañera.
Las tres mujeres se acercaron a mí y con suavidad y dulzura infinita,me fueron subiendo el vestido, hasta que quedé totalmente desnuda. Mehicieron meterme en la bañera. Y entonces sonó la voz de mi dueñoy señor .....
*** Bañadla a conciencia. No debe quedar un solo indicio de quienera. Y si tenéis que frotar, hacedlo. Luego la maquillaréis algusto de la casa.
Yo no llegué a comprender el significado de aquellas palabras, hastaque sentí como ellas me hacían meter la cabeza dentro del agua,que por cierto estaba bastante caliente.
Después de una ligera inmersión, me sacaron la cabeza delagua y me sentí chorreante e indigna. No sabía como habríaquedado mi maquillaje después de aquel remojón, pero desde luegonada bien.
Pude ver la cara expectante de mi nuevo dueño. Vi una ligera sonrisaen su cara, pero no tuve mas remedio que dejarme bañar por aquellasmujeres.
Como el agua me llegaba hasta la cintura, él podía apreciarparte de mi desnudez. Después de varios lavados y restregones, me hicieronponer en pie.
Y entonces pude oír la voz de él, comentar .....
*** Buen trabajo chicas! A pesar del baño es lo suficientemente hermosacomo para producir un infarto entre mis amigos.
Ahora, la secaréis y la maquillaréis. La espero dentro deuna hora en la biblioteca.
Salió de la habitación y yo quedé sometida a la sesiónde secado.
En media hora estuve seca y peinada. Entonces empezó la sesiónde manicura y maquillaje. Prácticamente fui dibujada por aquellas mujeres.Pues al verme al espejo, tuve la sensación de que era otra, la mujerque veía.
Enseguida, me cogieron de las muñecas y me sacaron al pasillo. Mecondujeron hasta una puerta, que yo sabía que se trataba de la biblioteca.Me dijeron que entrara sin llamar y que cerrara la puerta al entrar.
Cuando las tres hubieron desaparecido de mi vista, agarré el pomoy lo hice girar. La puerta se abrió y avancé. Me sentíanerviosa y angustiada. Y a pesar de estar totalmente desnuda, sentíaun profundo silencio que invadía todo mi ser.
Avancé suavemente sobre la moqueta. No veía a nadie. Y seguí avanzandohasta llegar a un punto en que las cuatro paredes me rodeaban.
Entonces, se hizo la luz y me vi caprichosamente desnuda y desprotegidaen el entorno. Enseguida escuché .......
*** Corinne. Estás preciosa. Acércate más al centrode la sala y separa tus brazos del cuerpo. Deseo contemplarte como eres.
La voz de mi dueño calló y le obedecí, aún apesar de mis temores.
Cuando estuve en el centro de la estancia, él apareció antemí. Me sentí temblorosa y nerviosa.
Pero el se aproximó a mí y me contempló a conciencia,circundándome repetidas veces. Por fin, se situó frente a mí yme miró directamente a los ojos. Sentí tanto pudor, que bajé lavista. Pero él me la fijó de nuevo en sus ojos.
No sabía que hacer, ni que decir. Pero no hizo falta porque éltras adueñarse de mis costados con sus manos, me susurró ......
*** Querida Corinne. Eres el ser mas voluptuoso que nunca imaginé.Serás tratada acorde a tus encantos. Sientes temor ?
*** Sí. Estoy muy asustada. Que me van a hacer ?
*** Ya te dije esta mañana que lo sabrías después.Pues bien, esta noche después de la cena, te reunirás aquí conmigoy unos amigos. Entonces te diremos lo que esperamos de tí. Ahora teindicaré el vestido que has de lucir en la cena.
Permanecí en el mismo lugar, mientras él se dirigíaal armario y lo abría. Al ver que no estaba a su lado, me indicó queme acercara hasta él.
Me aproximé y entonces el me ofreció 5 vestidos para que melos probara.
Todos tenían un gran escote por delante. Y 4 de ellos carecíande espalda. Y los 5 eran tan cortos que no me cubrían la mitad de losmuslos.
Al final, él, eligió el de color negro. Tenía un escotecuadrado, pero tan desmesurado, que tan solo me tapaba los pezones. Carecíade espalda y de costados. Se anudaba al cuello, pero pasando las cadenillaspor debajo de las axilas, para cerrarlo en el cuello, mediante un broche, delque colgaba un brillante. Me sentía con él, más desnudaque antes de ponérmelo.
Me indicó unas sandalias de tacón alto, para realzar el modelo.Y nos preparamos para bajar a la cena.
Cuando el reloj de la biblioteca dio la 10, me indicó con un gestoque bajáramos al gran salón. Me apresuré, aunque algonerviosa, a obedecerlo. Y descendimos las escaleras hasta la planta baja endonde se encontraba el gran salón.
Pero claro, nadie se había sentado aún y tuve que pasar con
mi dueño por entre medias de ellos, mientras sentía como medevoraban con sus miradas.
Un varón atrevido se acercó a mí y me colocó uncapullo de rosa en el escote. Yo me quedé rígida y miré ami dueño, pero éste no hizo ningún comentario y seguimoshasta la gran mesa para 300 invitados.
Cada silla tenía el nombre de su propietario, localicé lamía, junto a una que ponía Sir. Arthur.
Mi dueño era el tal Sir. Arthur. A una indicación suya mesenté y él se situó a mi lado. Entonces me susurró aloído, que permaneciera con las piernas separadas, los brazos sobre lamesa y la espalda recta.
Le obedecí de inmediato. Y en ese preciso instante, alguien se acercó pordetrás de mí y retiró el respaldo de mi silla. De todasformas, no podía usar el respaldo, pero por otra parte, todos los comensalesque entraban, podían ver mi casi total cuerpo desnudo, ya que la falditacomenzaba en mis nalgas y además mis costados estaban desnudos totalmente.
Antes de que se sentaran todos los comensales, un gracioso me metió unbicho en el vestido, por un costado. Y yo al sentírmelo, me agité yllegué a gritar.
Mi dueño, me miró furioso y me preguntó que es lo queme sucedía. Yo me dominé como pude y saqué una rana demi vestido. Y la cosa quedó ahí, ya que todo el mundo rió labroma. Todos, menos Sir Arthur.
La cena transcurrió tranquila y llena de malicia hacia mí,pero la bandeé lo mejor que pude.
Antes de abrir el champagne, pidieron a mi dueño que yo lo sirviera,copa por copa. El, accedió. Y yo me vi sometida a una labor de servidumbreinsostenible, tal cual iba vestida.
Hasta las mujeres me metieron mano. Y alguna llegó a tanto, que estuvea punto de dejar caer la botella. Los hombres eran mas comedidos y tan solome manosearon. Pero algunas de sus hembras, me surcaron la vagina o me tirarondel vello púbico.
Lo soporté como mejor pude y terminé de servirles a todos.Entonces una de las mujeres, se levantó y alzando su copa, dijo .....
*** Por el cuerpo mas exquisito que hay aquí. Y porque se desnudesobre la mesa para todos nosotros.
Todos corearon el brindis. Miré a Sir Arthur y éste me indicó queme subiera a la mesa y me desnudara para sus invitados.
Acepté sumisa y con ayuda de mi silla-banqueta, me subí encimade la mesa, estando a punto de caerme, debido a que uno de los tacones se metorció. Pero, por fin me puse en pie y caminé lentamente porla mesa hasta que Sir Arthur, me ordenó parar.
Lo primero que hice, fue el desabrocharme el collarín. Sin embargo,no lo dejé caer de golpe. Solté, primero una tira y despuésla siguiente, al tiempo que mantenía con la otra mano el corpiñode mi vestido.
Todos aplaudieron mi gesto y me animaron a seguir. Les obedecí ensilencio y destapé uno de mis pechos. Y después el otro, sujetándomeel vestido por la cintura.
Miré a Sir Arthur. Este, con un gesto me indicó que retiraselas manos de mi cuerpo. Le obedecí y el vestido se deslizó conrapidez por mis piernas, hasta llegar a la mesa.
Los aplausos y silbidos me hicieron sentir horrible. Oí entoncesla voz de mi dueño, que me ordenaba que caminara a lo largo de todala mesa.
Le obedecí y fui pasando por delante de todos los invitados, hastaque de nuevo, estuve ante Sir Arthur. Este me dijo que me vistiera y que bajasede la mesa.
Asentí y cogiendo el vestido me lo puse con mucha mayor rapidez,que cuando me lo había quitado.
Con la ayuda de uno de los allí presentes, bajé de la mesay me senté.
Entonces, Sir Arthur anunció ......
*** Es la hora de retirarnos. Seguid bebiendo y divertíos. Y os agradezcola visita, a todos. Adiós.
El se levantó y tocándome en el brazo, me hizo levantarmetambién. Los presentes nos imitaron y así abandonamos el gransalón.
Subimos por las escaleras, hasta llegar a la planta alta. Y desde allí caminamospor un largo pasillo, de mas de 50 metros de largo por 5 de ancho, hasta llegara una gran puerta de hierro.
No se oía ruido alguno. Sir Arthur llamó al timbre y la puertase abrió sola, sin hacer el mas leve ruido.
Entramos y la puerta se cerró de forma silenciosa, dejándonosen semi penumbra.
Caminamos en el mas profundo silencio. Tan solo se oía el repiquetearde mis tacones, sobre el frío mármol. Después de unos25 metros, él me susurró al oído ......
*** Todo este pasillo pertenece a la clausura. Por tanto, aquí nose puede hablar. Ahora, sigue caminando hasta que yo te indique lo contrario.
Asentí con la cabeza y seguí caminando.
Este corredor debía medir mas de 100 metros de largo. Habíapodido ver hasta 10 escaleras distintas, que debían llevar hacia lospisos de abajo.
- 03.04.2022
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