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-Ma?ana es tu gran d?a nena. -Si ya se, ya quiero bailar contigo el Valls, tener puesto mi vestido rosa, y recibir todos mis regalos. -Jeje eres una consentida. En ese instante al estar abrazando al ser que m?s amo, Lizbeth... Y que el d?a de ma?ana iba a cumplir sus 15 a?os, y se convertir?a en toda una mujer me di cuenta que era muy feliz. Tiene el cuerpo de una diosa, un rostro bello y una sonrisa que iluminaba mi ser, ella es morena aperlada, cabello largo y negro y ondulado, ojos miel un perfecto rostro para una perfecta mujer, adem?s tenia una cinturita peque?a, acompa?ado de un vientre duro y trabajado por muchas horas de abdominales, un par de senos grandes y redondos, copa B llegando casi a C, y unas nalguitas redondas y bastas, acompa?adas de unas caderas llenas tan curvil?neas que la convierten a ella en un hermoso reloj de arena caminante. Me encanta, abrazarla de la cintura y bajar para sentir esa curvatura tan bella que solo tienen las chicas de cintura de avispa y de trasero redondito y curvo. Me acerque a ella para abrazarla y darle un beso en esos bellos labios, cuando en ese instante entro su madre a la casa. -Ya es hora de que te vayas, no Oscarito?, es muy tarde para andar en la calle a esta hora. Me dijo con esa voz de vieja gorda con pito atravesado en la garganta, que no hizo nada de ruido antes de entrar a la casa. -Si verdad ya es hora. Venia llegando del gimnasio, en su atuendo de lycra gris, una inversi?n altamente perdida, ya que ella era el doble, ja, m?s bien el triple de ancho que Lizbeth. Se llama Martha y es como mi a Liz, claro si la hubieran agarrado , y jalado de cada esquina para darle toda esa anchura, brazos enormes y llenos de grasa, y su cara vislumbraba una peque?a papada, era el mismo rostro que mi nena solo que en una versi?n gorda de ella, hasta el mismo par de ojos color miel, ten?a el cabello cort?simo cual hombre, pero con un peinado femenino de color negro pero con brillitos dorados, morena al igual que mi Lizbeth, adem?s pareciera que le hubieran aplicado el efecto burbuja en su senos, dej?ndolos en una gran copa C, grandes y bastos, y que se ve?an altamente pesados, eran enormes, pero aun as? no se comparaba con su trasero, era 4 veces m?s grande que el de mi Liz, gigantesco y en ese pantal?n de lycra, se ve?a aun mas enorme, aun as? ten?a una cintura marcada y peque?a, que la hac?an ver muy ancha de caderas y la ?nica gordura era en su vientre, que la hac?an parecer como si tuviera una cangurera aguada , debajo de ese vientre aguado ten?a unas piernas enormes se necesitaban 3 piernas de mi nena para formar una sola pierna de su madre, era una gran y ancha pera caminante, con dos grandes pares de bolas unas en sus pechos y otras aun mas grandes como su gigantesco trasero. -Me despedir? de Liz afuera Sra. Martha. -Bueno voy a ba?arme y despu?s a descansar Liz.- por un momento ese enorme y basto modelo de mujer me paso por mi mente desnuda y enjuag?ndose, un escalofri? recorri? mi cuerpo. -Claro, mami, vaya ya se te ve m?s delgada en ese pantal?n, - dijo Liz en ese tono dulce que tanto amaba de ella, aunque al mismo tiempo re?a al pensar en la gran mentira que le dec?a a su madre, ya que su trasero en esa lycra se ve?a aun mas enorme. -Hay gracias nena, ya sabes que me he esforzado mucho en el gym, aunque ese tipo de comentarios los deber?a de hacer Oscar - me miro la vieja gorda decidida a que la elogiara por su nada delgada figura. -Claro Sra. Martha fue un descuido, cada d?a que pasa batallo m?s en diferenciarla con su hija. - Liz me volteo a ver con cara de asesina, odiaba que la comparara con su enorme madre. -Gracias Oscar, ve a descansar. - dijo la ancha mujer. -Ya ve a dormir mami, que ma?ana es mi gran d?a. - dijo mi nena La Sra. Martha empez? a subir las escaleras, d?ndonos las espaldas para dar muestra de lo ancha y gran mujer que es, con cada escal?n su enorme y vasto trasero retumbaba, yo solo voltee a Liz para con una mirada indicarle lo ancha que ella alg?n d?a se pondr?a, ella solo respondi? con un golpecito en mi brazo. -Vamos afuera- le dije tom?ndola del mismo brazo con el que me acababa de golpear. Salimos mientras yo la abrazaba por detr?s, pasando un brazo entre su cinturita, y el otro cruz?ndolo para pasarlo justo entre sus bellos pechos redondos, la juntaba hacia m?, para as? sentir su traserito duro y paradito justo entre mi entrepierna, ella me llegaba a la altura de mis hombros, justo quedando su cabeza directo en mi nariz para as? oler ese tan rico perfume que desprend?a de su cuerpo. -Me encantas nena. -le dije. -T? a mi bebe, te voy a extra?ar ma?ana, no te ver? en todo el d?a. -Ya s?, yo tambi?n te extra?are mucho. -Pero quien estar? conmigo todo el d?a ma?ana ser? mi mami, fotos, peinado, vestido, me la pasare con mi madre, todo el d?a, y adem?s tengo que soportar a mis odiosas primas e insufribles t?as que es lo peor. -Me encantar?a acompa?arte nena, pero no puedo, ma?ana es tu d?a con tu mami y adem?s me voy temprano con mi papa por todas las mesas, cubiertos y dem?s cosas para tu fiesta. -Ya se- mientras hacia un puchero en su hermoso rostro, en ese instante paso una estrella fugaz justo encima nuestro. - r?pido, r?pido pidamos que est?s conmigo ma?ana!! -ok los dos juntos- le dije. -Deseamos que este todo el d?a contigo ma?ana!!!- gritamos a la vez los dos. La abrace y le di un gran beso. -Hasta ma?ana nena, descansa. -Byes!!! - dijo con esa voz tierna. Fui rumbo a mi auto, despidi?ndome de ella con la mano. Sub? y me dirig? a mi casa, me sent?a muy cansado y ya era tarde, nadie estaba despierto en mi casa, sub? r?pido a mi habitaci?n, me desvest? quedando solo en b?xers y me tire en la cama quedando profundamente dormido. Empec? a so?ar, estaba en una gran tubo de luz y neblina, yo estaba dentro de el flotando e impuls?ndome hacia adelante, me sent?a calmado, feliz, iba cada vez mas fuerte hacia adelante, y de repente vi a lo lejos a una chica que ven?a al igual que yo flotando, en direcci?n m?a, nos acerc?bamos, ya un poco m?s cerca vislumbre a Lizbeth me sent?a m?s feliz aun en sue?os me iba encontrar con mi nena, la distancia entre nosotros se acorto y la pude ver claramente, no era mi nena, me espanto lo que vi, para nada era ella, muy al contrario era su mama, quien iba directamente a chocar contra m?o. Segu?amos uno contra el otro flotando, hasta que llego el punto en que est?bamos enfrente justo a punto de chocar, lo ?ltimo que vi, fue el par de ojos color miel asustados de la Sra. Martha los dos chocamos pero nos atravesamos. Empez? a sonar muy fuerte la alarma del celular, me despert?, me sent?a mal, cansado, alcance mi Iphone con la mano y quite esa alarma. Me quede recostado con los ojos cerrados, ten?a mucho cansancio. De repente me di cuenta que yo ten?a una canci?n como alarma no ese tono. -Mama!!! Mama!!! Ya despi?rtate!!! Empec? a o?r, pregunt?ndome quien le gritaba as? a mi madre. O? como rechinaba una puerta de madera justo en mi cuarto. -No puede ser, siempre eres tu quien me para, y justo este d?a te quedaste dormida jajaja ya p?rate floja. O? claramente la voz de mi nena, pero a quien le hablaba. Abr? mis ojos y lo primero que vi fue el bello rostro de Lizbeth, mi nena. -Buen d?a nena. - le dije, solo que la voz que emanaba de mi boca no era la m?a, sonaba femenina, y altamente aguda. -Ya p?rate, vente.- Me jalo del brazo izquierdo, y al hacer eso mi antebrazo se sinti? como una gran bolsa de agua que se zangolotea. Me impresiono ver mi brazo, era gordo, ancho y muy aguado. -Bueno me voy a ba?ar abajo tu b??ate aqu? arriba, buscare mi ropa y tu por los visto ya dejaste toda la tuya ordenada en esa silla, ok. -me dijo Lizbeth mientras sal?a de la recamara y yo segu?a observando la gordura que colgaba de mi brazo. Me levante hasta el punto de quedar sentado, y mire hacia abajo, ten?a un par de senos enormes que colgaban de mi pecho. -Dios m?o - fue lo ?nico que pude expresar. Me pare de un impulso de la cama no sin antes sentir como mi pecho enorme reboto ante el repentino movimiento. -D?nde estoy?? - dije de nuevo con esa voz femenina que ahora me pareci? mas conocida. Observe de nuevo hacia abajo y segu?an colgando de mi pecho esas enormes bubis que ya hace un momento hab?a visto, tenia puesto encima una especie de camisa morada y brillante, al parecer era como seda, observe la habitaci?n, en ella hab?a una gran cama, con sabanas rojas, un gran closet que ocupaba toda una pared, una silla donde hab?a un pantal?n negro doblado, una blusa blanca en el respaldo y encima de ella un sost?n negro, alado un gran tocador lleno de frascos, peines, cremas, cepillos, y un espejo en el mismo tocador donde justo enfrente hab?a un banquito para sentarse, estaba claramente en el cuarto de una mujer. En la esquina, justo a lado del tocador hab?a un gran espejo de cuerpo entero, como si el destino deseara que viera claramente el por qu? de este par enorme de senos que colgaba de mi pecho, y lo aguado y gordo de mis brazos. Fui r?pidamente hacia el espejo, me pare frente a ?l y ah? estaba frente a m? observ?ndome con una cara de shock, la boca abierta, incr?dula y espantada el reflejo de la Sra. Martha. -Oh Dios m?o!!! - exprese espantado de lo que el espejo me mostraba, ah? estaba yo enfrente de un espejo reflejando el gordo y enorme cuerpo de la Sra. Martha. Mov? mis brazos rumbo a buscar mis test?culos y la Sra. gorda del espejo hizo lo mismo, toque el enorme bulto gordo que ahora ten?a entre mis piernas, era aguado pero ahora entre mis piernas no quedaba rastro alguno de mi pene ni de mis test?culos. Toque el vientre gordo y aguado que ahora ten?a arriba de la entrepierna, sub? mis manos a los senos los agarre, eran enormes como un par pesado de melones redondos y grandes, los aplane, mov? y levante y deje caer, sent? un gran jaloneo y rebote en mi pecho al dejarlos caer, y en el reflejo ese par de melones tambi?n rebotaron unas dos veces antes de dejar de moverse en esa blusita morada sedosa, que llevaba puesta, observe debajo tra?a puesto un conjunto de short del mismo color que la blusa, lo cual ahora me parec?a una bata de mujer para dormir, pase a tocar mis anchas y amplias caderas y as? lo hacia tambi?n el reflejo de la Sra. Martha, eran tan enormes las recorr? de la cintura hacia abajo y ve?a como el reflejo hacia lo mismo, se sent?a como se iban ensanchando de la cintura hasta el punto m?s grueso y se ve?an aun m?s anchas por la peque?a cinturita que la Sra. Martha tiene. No sab?a qu? hacer, ahora era la Sra. Martha, el espejo y las sensaciones que tenia al tocar este cuerpo me comprobaron que ahora yo era la madre mi novia o cuando menos ten?a su cuerpo, el de la mujer gorda y ancha que tanto detestaba. En ese instante empez? a sonar de nuevo el celular que antes me hab?a despertado. Gire bruscamente, y al no medir mis nuevas dimensiones me di un golpe con el tocador que estaba alado del espejo justo en mi trasero, haciendo vibrar el tocador y todas las cosas que hab?a en el, as? como por primera vez sentir lo grande y enorme que ahora era. -Auchh!- dije Me di justo en la esquina del tocador a la gran nalga que ahora tenia de trasero, voltee a ver hacia abajo mi nuevo y gran trasero, desde mi vista se ve?a enorme, dos grandes sandias redondas por nalgas, era lo que vislumbraba. Me empez? a sobar donde me hab?a dado el golpe y despu?s levante la mirada y vi como el reflejo del espejo se sobaba, y pude observar tambi?n lo realmente grande que era mi culo. -Por dios que culote tengo-dije Mas grande y redondo de lo que se ve?a desde mi propia vista, el short morado que llevaba apenas cubr?a la gran monta?a de grasa que eran ese par de nalgas, me quedaba muy justo y se ve?a una curvatura enorme por ese trasero te. Volv?a a sonar el celular, me fui hacia ?l. Lo tome, y observe el n?mero, era mi numero, pero qu? demonios, pens?, porque le hablo a esta mujer. Y en ese instante me di cuenta que lo m?s probable es que si yo estoy en el cuerpo de la Sra. Martha, ella debe estar en el m?o. Conteste. -Oscar?? - dije -Oscar eres t????- me dijo la voz a trav?s del tel?fono, la cual de inmediato reconoc? como m?a. -Si -Qu? demonios paso?!! , Que hago en tu cuerpo???, que haces en el m?o?? - No s?, despert? aqu?, en su habitaci?n y ahora soy usted. - le dije sonando como mujer aterrada lo cual me hizo sentir extra?o. -Con quien hablas mami?? - estaba en la entrada del cuarto Lizbeth vi?ndome. -C?lmate hoy es la fiesta de Lizbeth y no debemos arruin?rsela.- me dijo con mi voz muy segura la Sra. Martha ahora en mi cuerpo. -ehh, con Oscar nena. - le dije temblorosamente - tu Oscar o el m?o?? - dijo en un tono de burla. - el tuyo - le dije, pero me intrigo la pregunta. - tu hablando con mi nene, jajaja vaya que es un d?a especial, p?samelo lo quiero rega?ar porque a m? ni me ha hablado, pero que raro no sab?a que tuviera tu tel?fono. - Que pasa, idiota no la asustes- me dijo mi propia voz rega??ndome. - Te paso a Lizbeth. - le dije. Le di el tel?fono a mi nena que se iba hacia afuera del cuarto, la vi de espaldas en su pants entallado que se le ve?a estupendo en ese cuerpecito peque?o y hermoso que tiene. Cuando de repente volteo y me dijo. -Mira lo que encontr?, los que andabas buscando ayer.- avent? hacia m? una tela negra y sali? del cuarto. Tome la tela y la estire, me sorprend? al ver lo que era esa tela, en realidad sosten?a unos calzones negros enormes y de encaje, nunca en mi vida hab?a tenido en mis manos unos calzones de ese tama?o, y lo peor, ahora yo cab?a en ellos. Eran enormes, pero ahora yo era enorme, segu?a viendo la nueva ropa interior que ahora iba usar cuando regreso Lizbeth al cuarto. -Que bien que los encontr? verdad mami, con esos no se te marcan en el pantal?n, y as? tu Oscarito te va ver m?s fashion. -Oscarito?? -Hay no te hagas mama, si yo he visto las miradas que te echa, y que le echas, jajaja, ahh mi Oscar te quiere decir algo. Me paso el celular. -Cuida a mi nena, nos vemos en la noche y no vayas a hacer una tonter?a con mi Oscar hoy. - me dijo bruscamente y con mi voz de enojado y colg?. -Mama ya vete a ba?ar o se nos har? tarde, yo ir? a hacer lo mismo all? abajo. -Si claro. Sali? del cuarto y fui por mi ropa, tome la que estaba en la silla, y lleve tambi?n el calz?n enorme que Lizbeth me hab?a dado. Aun impactado por el hecho de que ahora era la Sra. Martha sal? del cuarto rumbo al pasillo, en realidad nunca hab?a estado en el segundo piso de esta casa, pero al ver la toalla rosa en la puerta colgada me imagine que era el ba?o, me dirig? a ?l y al caminar me di cuenta de lo gigantesco y gordo que ahora eran tanto mi trasero como mis piernas, cada paso impulsaba mis nalgas de un lado hacia otro, como si meneara mi cuerpo, y a su vez mis piernas se tocaban con cada paso, ya que al estar tan anchas, el espacio entre ellas era muy peque?o, no eran molestas estas sensaciones pero si muy extra?as. Abr? la puerta del ba?o, era una habitaci?n muy limpia, con una gran tina enfrente, inodoro, un cesto de pl?stico negro, al parecer para la ropa sucia, un enorme espejo frente al lavabo, repleto de jabones, y un peque?o muro de m?rmol con puertecita, con unas toallitas en uno de sus anaqueles y una lamparita de mesa sobre ?l. Todo era blanco, y reluciente, cerr? la puerta y me dirig? a poner la ropa limpia en el burocito, voltee y all? estaba otra vez mi nuevo reflejo, empec? quit?ndome la blusa y descubr? que no tenia puesto bra, por primera vez me ve?a desnudo mi pecho en este nuevo cuerpo. Ten?a unos pezones enormes justo adecuados al tama?o de los senos, me sent?a extra?o verme, prosegu? a quitarme el short y quedarme solo con un calz?n morado que llevaba puesto. Era enorme, gire para verlo, recubr?a completamente mi enorme trasero, era el cl?sico calz?n de abuela, y a m? me quedaba perfecto, no sab?a que pensar, me sent?a mal viendo que ahora era la misma gorda de la que ayer me burlaba. Para terminar me quite el calz?n lo puse enfrente a mi rostro para ver su tama?o, f?cilmente era talla extregrande o m?s. Por fin estaba desnuda frente a mi reflejo, mis senos grandes y redondos los levante para sentir lo pesados que eran, no tenia panza, al contrario mi cintura era muy peque?a para el enorme ser humano que era, pero si un gran bulto de grasa recubr?a la parte delantera de mi vientre justo encima de mi nueva vagina. Me puse en posici?n lateral para ver lo redondo que ahora estaba, no me pod?a creer lo gigantesco que era mi culo, era la parte m?s grande mi gran cuerpo, pero aun as? no hab?a rastro de celulitis o de piel da?ada. -Vaya tanta crema le ha servido de algo- me dije, pensando a la vez que realmente para estar tan gorda no ve?a nada mal. Reaccione, que estoy pensando nunca hubiera alagado este cuerpo jam?s, y ahora me sent?a orgulloso de mi tersa piel, aun a pesar de los bastantes kilos de m?s que pose?a. Me imagine que al final de cuentas este cuerpo sigue pensando como mujer, pero bueno que se le puede hacer tengo que controlarme, a lado de la tina vislumbre una bascula, tenia curiosidad de saber mi peso, pero me daba algo de miedo saber el peso que ahora cargaba. Me decid? y me plantee sobre ella, los n?meros electr?nicos empezaron a girar, y se detuvieron, me quede asombrado de todo lo que pesaba, el n?mero final eran 138 kilogramos. -Pero qu? demonios yo pesaba 75 kg como hombre y esta tipa pesa casi el doble que yo, y seguro el triple que Lizbeth. - me dije a mi mismo con la voz molesta de la Sra. Martha. Empezaron a tocar la puerta del ba?o. -Ap?rate mama yo ya me estoy cambiando. Es cierto hoy es el gran d?a de mi nena, me olvide un rato de mi nuevo cuerpo y me apure a ba?arme, shanpoo jab?n y agua, listo me enjuague mi cuerpo, todo hubiera sido perfecto pero al pasar el jab?n por mi reci?n adquirida vagina me sent? muy extra?o, era muy diferente tener ahora una abertura en lo que antes ten?a algo colgado. Adem?s de que me dio una sensaci?n rica al pasar mis dedos por ah?. Sacud? mi cabeza, no era tiempo de pensar en eso, sal? de la regadera- tina y me seque y tome la ropa, empec? con el calz?n negro de encaje. Para mi asombro los grandes agujeros del calz?n quedaban perfectos en mis piernas, dios que gorda soy, lo jale hasta arriba y me lo vi puesto, no pod?a creerlo, aunque el calz?n es enorme realmente le faltaba tela, ya que era un calz?n negro cachetero. -Soy una gorda sexy- me dije mientras giraba para ver como mi enorme culote quedaba cubierto a medias, y se ve?a gigantesco en ese calzoncito de encaje. Fui por mi bra, tambi?n negro de encaje, me lo puse con algo de esfuerzo, era impresionante como jalaba y ajustaba mi enorme busto. Voltee a verme con el conjunto de encaje puesto, por unos instantes me sent? sexy, pero luego record? mi lugar, que me pasaba??, este cuerpo se adora tanto que se cree sexy, me volv? a ver, era enorme, y gelatinosa, cada movimiento brusco convert?a a mi cuerpo en un gran zangoloteo de grasa y carne. Tome el pantal?n, era capri color negro y la blusa blanca con l?neas negras, me quedaba entallad?simo el pantal?n, se me ve?a enorme el culo, la blusa ocultaba mis gelatinosos brazos ya que cubr?an hasta mis codos, por fin estaba listo para salir. Me retire a la habitaci?n, me faltaba maquillarme y peinarme, tome el labial del tocador y lo puse en mis labios, agarre un cepillo me sent? en el banquito enfrente del espejo, aunque mi culo era m?s grande que asiento y acomode un poco mi cabello, al tenerlo corto era muy f?cil de acomodar y ya estaba listo, o cuando menos arreglada. -Lista?? Es cierto ahora soy una Sra. me debo de expresar como tal. -Con quien hablas mama?? Vamos baja ya hice el desayuno. - dijo Lizbeth asom?ndose por la puerta. -Hay mami, sin aretes, ni maquillaje??- se acerco tomo unos aretes largos negros de fantas?a que colgaban de un estante, y me los puso, me empez? a maquillar, se ve?a tan linda ocup?ndose a si de m?, termino. -Lista!, as? te vez m?s linda.- vi mi reflejo y en realidad me ve?a mucho mejor a como estaba. Tome unos zapatos negros bajitos y me los puse, vaya no hab?a viste mis pies, bueno mis enormes pechos tapaban todo al mirar hacia abajo, eras pies peque?os y muy femeninos. -Si nena, ya voy a desayunar, ya estoy lista. Le dije apresur?ndome hacia las escaleras, con cada paso sent?a como mis nalgas se apretujaban a la altura del calz?n, por ser cachetero dejaban mucha libertad a la grasa almacenada en cada nalga, adem?s de me segu?a contoneando y meneando con cada paso siguiente. -Vaya soy toda una gorda- me dije al bajar las escaleras. Fui al comedor, por fin ?reas que si conoc?a, desayune los huevos que puso listos para mi. -Tu bolsa esta en el comedor- me grito desde su cuarto. Era negra y combinaba con mi atuendo, no quise inspeccionarla asi que solamente tome las llaves del auto y me la colgue en los hombros. - Ya baja nena, hay que irnos. - ok mami ya estoy lista.- dijo mientras bajaba las escaleras. Tra?a puesto al igual que yo un pantal?n capri negro, una blusa transparente blanca, que dejaba vislumbrar un poco su sost?n, se ve?a hermosa, y me fascinaba, record? el por que la adoraba tanto. -Si nena ya tome las llaves. Volvi? a sonar mi celular, lo saque de mi bolsa, ahora dec?a M?nica el identificador. -Debe ser mi t?a, dile que ya vamos para all?. - dijo mi nena. Conteste el tel?fono. -bue...-me interrumpi?- Gorda, a que hora llegan, ya estamos esperando la beba sus hijas y yo, siempre llegando tarde, ya est?n en camino o que??!!--una voz aun mas fastidiosas que la de la Sra. Martha me empez? a decir. -Si ya vamos para all?, ahorita te veo. - le dije, y son? como si la Sra. Martha estuviera molesta, al parecer mi cuerpo recordaba que no le gustaba su hermana. -ok, aqu? te esperamos gorda. Colgu? y met? de nuevo el celular a la bolsa. Nos dirigimos a la puerta, y ah? estaba la camioneta de la Sra. Martha, una Patriot negra. Quite los seguros y nos subimos. -Bueno ahora adonde vamos?? -le dije a Lizbeth ya que realmente no tenia ni idea. -Como que adonde mama, pues a que me saquen fotos al estudio, andas rara hoy. -Ahh si ya se, lo que quer?a decir era cual ser? el mejor camino para llegar. -Pues yo digo que como si fu?ramos a mi escuela, total esta a dos cuadras de ahi. - me dijo y ahora ya sab?a a que lugar conducir ese lugar ya lo conoc?a, este auto es automatico asi que no batallare nada en conducir, despues de todo ya soy un hombre de 18 a?os que ahora esta metido en una Sra. De cuarenta y tantos, pense sintiendome algo frustrado. -Quisiera que Oscar estuviera aqui conmigo, mami, que l?stima que tenga cosas que hacer. - me dijo con su voz triste. -Hay nena, lo se pero te aseguro que esta aqui contigo, aunque sea en alma.- si en el alma, dentro del cuerpo de tu gorda madre. Ahora que lo pienso habra sido el deseo a la estrella la razon de que ahora este en el cuerpo de la Sra. Martha. -Mira mami, ahi esta el carro de mi tia Nena y la camioneta de la tia Monica. -Si vamos para que empiezen con tus fotos.- le dije mientras estacionaba la camioneta. Nos bajamos ella iba deprisa delante mio, mostrandome la espalda y lo bien que se le veia ese pantalon con ese traserito hermoso que tiene. Llegamos al local y ahi estaban sentadas las 3 primas de mi nena, que ya conocia, y alado de ellas 2 se?oras, que al parecer eran las hermanas de la Sra. Martha, la tia Nena que ya conocia y otra. -Hay gorda ya tenemos rato esperandote, ya no te podias parar de la cama o que te paso- dijo la mujer delgada y de nariz aplanada, con cabello largo y chino, comparada conmigo ella era una varita de nardo, pero con un rostro algo raro, no era guapa como la tia nena o este cuerpo que ahora yo portaba, se puso de pie, al igual que yo traia puesto un pantalon capri negro, pero con una blusa rosa, la forma en que me hablaba me parecio burlona y despectiva. -Hay Moni, no fastidies a la gorda, no tiene la culpa de que nunca haya podido bajar, lo de su unico embarazo. - dijo la tia Nena, que ya conocia por las primas de Lizbeth, era gorda y ancha al igual que yo, pero tenia una panza enorme, cosa que yo por suerte no tenia, al contrario de mi nuevo cuerpo, sus nalgas y busto eran peque?os, y al parecer toda la grasa se le fue a la enorme panza de pelota de playa que cargaba. -Ahh ya llegaron!! Que bien empecemos con las fotos de la mama y su hija. - dijo un hombre de treinta y tantos a?os que salia de un cuarto, era apuesto y alto, media alrededor de 1.80 lo calcule por que es lo que yo mido, y al pasar Lizbeth cerca de el, quedo a la misma altura que quedaba al acercarse a mi. Todos empezanos a entrar al cuarto del que acababa de salir el hombre. Dentro del cuarto habia lamparas, bancos, sillas y un tripie con una camara. -Marthita y Liz, ponganse enfrente, para empezar con la sesion, una mama tan linda con una preciosa hija. - me parecio que lo decia de una forma muy cari?osa, yo y Lizbeth nos fuimos hacia enfrente, me sente en un banco alto, mi gran trasero se desbordaba en el asiento, la tome de su cinturita y ella puso sus manos sobre mi cuello. -Que lindas se ven juntas. -dijo cortesmente el hombre. -Hay guapo pues fue un milagro que de esa ballena saliera mi sobrina tan linda.-dijo la flaca de Monica de una manera insinuosa. -Claro que no Sra. para mi Marthita me parece una mujer distinguida, va a ver que guapa sale en las fotos que le tomare. -Levanta la cara Martha, se te ve toda la papada, si de por si tu culote no cabe en ese banco.- burlandose la tia Monica. Me sentia mal, con cada comentario de esa tipa, era extra?o que me doliera, pero asi era. -No se preocupe Sra. cuando le toquen sus fotos Marthita que es tan guapa no le robara camara. -dijo el hombre amablemente y senti muy bien ese comentario, en mi pecho me reconforto. -Vez mami, te dije que le gustabas a Oscar- me dijo Lizbeth acercandose a mi oreja. El era mi Oscar, pense, y corregi el Oscar de la Sra. Martha, lo vi bien, era apuesto, tenia barba cerrada, cabello casta?o y delgado, mi cuerpo lo deseaba, senti calor muy dentro de mi vientre. Que demonios, me sonroje un poco al pensar en el, a este cuerpo le gustaba ese hombre que estaba delante mio, pero no me podia dejarme controlar por esas sensaciones de mujer. -Bueno ya termine con ustedes que pasen las primas con la quincea?era. Me pare y pasaron las muchachas para continuar con las fotos, me fui a sentar junto a las que ahora eran mis hermanas, que de inmediato empezaron a suzurrar -Por lo visto al fotografo este le gustan las culonas gordas, hermanita. - me dijo la tia Monica. -Oye Martha y no se te ha insinuado?? - me pregunto la tia Nena. No sabia que responder a estas mujeres metiches. -Aprovecha gorda, hombres a los que les gusten mujeres gordas casi no existen, y tu eres todo un GRAN ejemplar de mujer gorda.- en un tono burlon de nuevo me decia la tia Monica. -Pues no ha pasado nada. -les dije. -Ahh bueno entonces yo hare mi jugada ya que a ti no te molesta. - Monica dijo, y me senti enfurecido, mi mente quizo en ese rato arrancarle toda la cabellera rizada y arrastrarla por el piso, y me sorprendio lo furioso que me ponia ese asunto, en definitiva este cuerpo tenia un gran control sobre las emociones, tanto que no pude quedarme callado. -Hay hermanita, pero como tu ya dijiste tendrias que tener un cuerpecito como el mio para atraerlo. - le dije burlandome, y me senti muy orgulloso. -Jajaja pues vamos a ver si prefiere la carnita o la grasa. -Bueno ya es hora de empezar con la mama y las tias, vengan. Nos fuimos adelante y nos acomodamos, Monica inmediatemente se puso justo en medio. -Sra. Monica deje a Marthita en medio para que salga mejor la foto. -dijo Oscar. -Ya la oiste Monica el mejor cuerpo en medio.- me senti orgulloso de decirlo, me puse en medio de las dos mujeres, empujandolas un poco al ponerme ahi por las inmensas caderas que cargaba. No se el por que, pero el hecho de que aquel hombre me cortejara me hacia sentir muy bien. -Ok ya terminamos ya solo faltarian las fotos con el vestido pero sera hasta que vayan a peinarse. Empezamos a salir de la habitacion para despuer ir a la salida del local. -Bueno vamonos al salon chicas o se nos hara mas tarde. - dijo la tia nena. -Disculpe Sra Martha antes de que se vaya me gustaria que viera como quedaron las fotos de ahorita y decidieras si las a?ado al video de hoy. - dijo Oscar dirijiendose a mi. -Si ve mama, ustedes dos solitos ponganse de acuerdo ahorita con lo de las fotos, y nos alcanzas en el salon. -Dijo Lizbeth mientras me empujaba rumbo a Oscar. -Esta bien. -le conteste. La tia Monica se acerco y me susurro: Que suerte tienen las gordotas. Fuimos a la habitacion de las fotos, conecto la camara con las que nos fotografi? a una laptop que tenia y empezo a mostrarme las fotos. -Estan muy bonitas.-le dije. -Las mas bellas son en las que Usted sale. - me dijo y me sonroje al instante, me sentia atraido hacia ese hombre, mi cuerpo no se resistia, pero mi mente me decia que era una locura. -Marthita, me encanta, tiene el cuerpo de una diosa. - me dijo y quede estupefacto, un hombre tan apuesto y que le gustara este cuerpo tan gordo me parecia increible. -Hay Oscar no juegue conmigo, como una diosa si estoy gordisima. -le dije. -Es una diosa de la fecundacion, su cuerpo es una obra maestra.-Se acerco a mi para sujetarme de mi peque?a cintura, lo unico realmente peque?o que tenia. -Usted tiene enormes pechos redondos, una peque?a cintura que remarca aun mas lo amplio y ancho de sus caderas, y lo mejor de todo es su enorme y bello trasero, que la convierten en una mujer excepcional. - me dijo mientras bajaba su mano a la parte mas grande y redonda de mi cuerpo, mis nalgotas. Me aparte de el, no podia dejar que este tipo me convenciera, ni mucho menos dejarme controlar por lo deseos de este cuerpo. -Basta Oscar, me tengo que ir, lo siento pero en este momento lo nuestro no puede ser.- le dije decididamente mientras me alejaba de el. Me tomo de mi enorme brazo y me jalo hacia el, se acerco a mi y me robo un beso, no pude hacer nada, fue tan rapido e imprevisto que no lo pude evitar. Ese instante mi cuerpo vibro de la emocion, y senti un calido placer que iba desde el pecho hasta abajo justo entre mis piermas y de regreso a mi cerebro. Lo empuje con toda la fuerza que mi cuerpo gordo tenia, sali molesto y confundido del local. -Nos vemos en la noche Martha.-dijo mientras aventaba la puerta del local fuertemente. Fui a la camioneta, me sentia molesto, humillado, pero aun asi mi cuerpo aun sentia una gran sensacion por ese simple beso, aun vibraba al recordar el beso que me dio ese hombre, no podia controlar esas emociones, yo sabia que no me gustaba, pero aun asi a este cuerpo le encantaria seguir aun mas con ese tipo. Prendi el auto y tome el celular de mi bolsa, le hable a Lizbeth. -Bueno nena, en que salon estan? -Hay mama, ya tan rapido? No paso nada o que? -Claro que no paso nada.- que creia que iba a pasar, por Dios. -Hay que aburrida, bueno ya sabes el de por la casa, se te olvidan las cosas despues del sexo o que mami?? -Ya te dije no paso nada, ya llego.- ahora ya sabia adonde ir. -ahh y traete dinero que no tengo yo. -Esta bien, nos vemos. -le dije, pero de donde saco dinero, tendre que hablarle a la Sra. Martha. Tome mi celular y marque mi numero. -Bueno Sra. Martha. -Que paso? -dijo mientras con voz de preocupacion. -Nada, es que necesito dinero para el salon, que hago. -A ok, vez al cajero la tarjtea azul, y saca unos 5000, que es lo que mas te dan, yo creo que con eso bastara, el pin es 0148 y nadamas ve y saca oiste. - me dijo con mi voz autoritaria. -Si claro, es todo nos vemos mas tarde. -Que paso con Oscar? -Nada por que pregunta. -Solo curiosidad, te arreglas bien, quiero que mi cuerpo se vea linda para la fiesta, el vestido ya esta en mi closet, usa la misma ropa interior que me imagino traes puesta, la faja negra esta en el cajon de calzones, y cuida a mi hijita. - me dijo con una voz tierna que no sabia que yo tenia. -Si esta bien, la veo en la noche. -colgue y me dirig? al banco. Llegue al cajero, seguia sin acostumbrarme a caminar, el tama?o de mi trasero y piernas no me permitian caminar sin que me contoneara de una lado hacia otro. Saque la cantidad, pero no resisti la tentacion de checar el saldo, asi que lo hice, me quede asombrado, la cantidad que tenia guardado esta gorda, facilmente podra comprar el auto mas caro de cualquier marca. Pero pensandolo bien, ella ademas de su salario, tiene la pension que le dejo su esposo muerto, las rentas de las casas y solo son dos mujeres. Ya veo por que Lizbeth siempre anda tan bien arreglada, me senti feliz de saber que tenia todo ese dinero en el banco. Me dirigi al salon, ya estando alli vi que estaban arreglando a todas las primas de Lizbeth y a ella. -en cuanto terminen con ella empiezan con nosotros- dijo la tia Nena. Busque a la fastidiosa de Monica pero al parecer no fue a peinarse al mismo sitio que nosotros, me toco esperas y ver lo linda que ponian a mi linda nena. Terminaron de peinarlas, mi nena era una preciosidad, le quedaron hermosos los caireles y el maquillaje que le hicieron. -Me veo muy linda verdad mami, quede excelente.-me dijo muy feliz. -Claro que si nena.-me senti tan bien verla. -Bueno te toca mami, que quede preciosa ok. Me sente, y asi tambien lo hizo la tia Nena, empezaron limpiandonos la cara, me peinaron, con el cabello en forma de flama, me pintaron de una manera tradicional, labios rojos y sombras claras, me veia muy bien. -Bueno ya es hora de alistarnos nos vemos en el salon de eventos.- dijo la tia nena, muy bien peinada y pintada. -Si claro, vamonos Liz. Nos fuimos de regreso a la casa, mi nena salio rapido, ya empezaba a anochecer, se encerro en su cuarto, yo fui al mio, busque el vestido que me iba a poner, era negro, largo, entallado, y de corte en medio, piedras tanto en el pecho, como en una cadera, muy bello en realidad, prosegui a buscar la faja, ya que al verlo, sabia que no iba entrar en ese vestido sin ayuda. Abri los cajones, y encontre el de calzones, estaba lleno de todo tipo, incluso encontre tangas, mas cacheteros, enormes, habia desde los mas sexys, hasta los que eran matapasiones. Por fin encontr? la faja, no me imaginaba como iba a caber en esa cosa, era una especie de cors? negro muy peque?o para el tama?o de persona, lo tome y vi que era de una tela muy gruesa, pero al jalarlo se extend?a bastante, se ve?a incomodo, pero lo m?s probable era que ser?a la ?nica manera de caber dentro del vestido, era hora de alistarse, esta vez la Sra. Martha me ver?a y se molestar?a si su cuerpo no se ve bien.