Todo El Dia Contigo 2 free porn video

Continuando con la historia, soy Oscar y al parecer por el deseo de mi novia Lizbeth y yo, ahora estoy dentro del cuerpo de la madre de mi novia, la Sra. Martha, hoy es la quincea?era de Liz y por eso no le he dicho nada para no afectarla, pero este cuerpo de mujer me est? empezando a trastornar. Ya era hora de ponerse el vestido para la fiesta, y la faja que delinear?a mi nuevo cuerpo. Fui delante del espejo del cuarto, y empec? a quitarme el pantal?n, y la blusa, quede solo en la ropa interior negra de encaje que tra?a puesta, el espejo me volv?a a mostrar la realidad de ese momento, ahora ocupaba el lugar de una mujer gorda, mi trasero gigante y mis grandes senos se zangoloteaban con cada movimiento que realizaba, me hac?an sentir como un gran bulto de grasa en movimiento, aun as? al ver mi reflejo mi cuerpo se sent?a sexy en ese encaje negro. Fue extra?a esa sensaci?n de repulsi?n de parte de mi mente y de gusto por parte de este cuerpo, que sent?a que se ve?a muy bien en esa ropa interior negra de encaje, aun con su inmenso culo, anchas caderas, brazos gordos en fin una Sra. Ancha y gorda que ahora era. Bueno era hora de entrar en esa faja, pero tocaron mi puerta, justo antes de empezar. -Mama me puedes ayudar con mi cors?.-se oy? detr?s de mi puerta. Fui rumbo a la puerta y al caminar sent? la comisura que se hac?a en cada paso entre mis enormes nalgas, y record? que estaba solo en ropa interior. Busque algo con que taparme, sent?a mucha pena que Lizbeth me viera solo en ropa interior, aun cuando este cuerpo ni siquiera era m?o, sino el de su gorda madre, una gran toalla estaba cerca del tocador, logre taparme con ella a duras penas, mis grandes senos y gigantescas nalgas ocupaban mucha tela de la toalla. Ahora si apenas cubierto todo mi enorme cuerpo fui a abrir la puerta. -Tienes que ayudarme a ponerme esto.-Me dijo mientras se volteaba, ohh dios pens?, tra?a puesta una faja id?ntica a la m?a, claro era tres veces m?s chica que la m?a y de color piel, pero la tela y la forma era igual, se ve?a tan sexy, ya que la faja al parecer cors?, le moldeaba una figura aun m?s perfecta que la que ya ten?a, mi mente quer?a abrazarla, hacerla m?a ah? mismo, pero mi cuerpo no respond?a en nada a lo que mi mente deseaba, ni siquiera me provocaba algo de excitaci?n, en mi ahora cuerpo de mujer. -Claro nena. -le dije, con una voz nerviosa, por verla tan sexy en su faja a medio poner. Se volteo para darme la espalda, sus nalguitas se ve?an tan finamente paraditas en esa lycra color piel, quer?a mord?rselas, pero aun as? mi cuerpo se manten?a frio y calmado. Levanto su larga cabellera negra, para dejarme ver el largo cierre que empezaba justo encima de sus bellas nalguitas y terminaba justo entre sus hombros. Agarre el cierre y lo jale con mis ahora gordos dedos, vaya era la primera vez que les pon?a atenci?n, jale con cuidado el cierre tratando de no lastimarla. Subi? con muy poca dificultad, y le quedo perfecto, se volteo y empez? a aplanar los brumos que se hab?an hecho en la faja. -Vaya ya quede lista para el vestido. -Me dijo mientras esbozaba una hermosa sonrisa, que acompa?aba a ese hermoso cuerpo ahora delineado por un cors?, su figura de reloj de arena, ahora se ve?a aun mas exagerada. El cors?, hacia a su cintura aun m?s peque?a de lo que ya de por si era, levantaba su gran busto y ajustaba sus caderas, adem?s de jalar y ajustar su trasero, era una obra maestra hecha mujer. -Bueno ya estoy lista para mi vestido.-dijo muy entusiasmada- hay mama tu tambi?n vas a necesitar que te ayude con esa faja, qu?tate esa toalla, como si no hubiera visto antes tus lonjas.-me jalo la gran toalla que tra?a puesta, y quede ante ella totalmente en ropa interior, me sent? desnudo ante ella, por instinto puse uno de mis gordos brazos entre mis pechos, y el otro tap?ndome el gran bulto de grasa que ahora era mi vientre. -Haber g?rate mama, te ves bien sexy en esos calzoncitos, bueno en tu caso calzonzotes - dio una risita mientras me giro y quede de frente al espejo de la recamara, ah? estaba mi reflejo de gorda tap?ndose sus enormes atributos, por m?s gordo que era mi brazo, mi pecho y mi vientre nuevo lo eran m?s, me sent? est?pido y avergonzado y m?s que nada gordo, o m?s bien gorda mientras Liz me observaba. -Bueno ten empieza a meterte, que estoy segura que esto ser? toda una odisea.-me pasaba la faja para pon?rmela. Pase mis piernas por los dos grandes agujeros del cors? y empec? a jalarlo rumbo a mis nalgas, el primer problema fue al llegar a mis muslos, que al ser tan enormes, tanto mis muslos como mis inmensas caderas la prenda empez? a batallar para subir, ah? estaba viendo mi reflejo de Sra. Gorda y que adem?s no entraba en su faja. -Haber te ayudo.- ahora madre e hija jalando los agujeros de la faja para que pasara por completo mis enormes piernotas, por fin con la fuerza de las dos, la parte de los muslos quedo cubierta por la faja, apretando as? mis anchos y aguados muslos, aunque mi gran trasero aun estaba descubierto, Liz empez? a jalar por detr?s para as? cubrir todo el vasto culo gordo que cargaba. -Hay mama aqu? no se si entres.-me dijo mientras segu?a jalando la parte trasera de la faja, y empujaba mis nalgotas. -Haber yo intentare.- sostuve la faja por la parte de atr?s y jale con mucha fuerzas mientras mov?a mis piernas, tal cual hac?an todas las chicas al acomodarse un pantal?n ajustado. Ah? estaba yo jalando una faja mientras sent?a como sub?a e iba apretando mis enormes gl?teos, por fin logre que toda mi parte baja estuviera cubierta por la faja, tanto mis nalgotas como mi vientre estaban siendo apretujados y moldeados para hacerlos parecer m?s peque?os. -bueno ahora el cierre.- me dijo mientras jalaba la faja hacia los brazos y pon?rmela cual camisa ajustad?sima y mientras lo hac?a aplanaba los grandes melones que tenia por pechos. Quede cubierto por la faja, se puse detr?s m?o y empez? a jalar el cierre que apenas subi? a la mitad. -Mama sume la panza. - me dijo mientras segu? jalando el cierre. Mientras iba subiendo el cierre sent?a como mis pechos y nalgotas se levantaban, y mi vientre y cintura se apretujaban, al parecer el efecto de la faja se lograba con alg?n dispositivo en el cierre que al parecer jalaba unas varillas dentro de la faja que ajustaba y moldeaba todo mi cuerpo, y aunque era incomodo sent?a como se ajustaba, levantaba y endurec?a mi gelatinoso cuerpo. Por fin con mucho esfuerzo y retenci?n de aire el cierre subi?, y me sent?a tan aplanado y jalado por todas partes que me era algo dif?cil incluso caminar. -Ya esta mama estas lista para tu vestido. Vi de nuevo mi reflejo, ahora todo mi cuerpo estaba recubierto por la faja-cors?, estaba tan moldeado, mis grandes pechos estaban levantadisimos y ahora adem?s de grandes se ve?an paraditos y levantados, mi cintura que si de por si era peque?a ahora lo era m?s y aun mas delineada que antes, se ve?a un gran arco entre mis pechos a mis amplias caderas, el cual era mi ahora estrecha cintura, ahora el bulto que ten?a en mi vientre pr?cticamente hab?a desaparecido, me puse de lado para ver mis nalgotas enormes apretujadas y levantadas por la faja, segu?an pareciendo dos grandes sandias solo que ahora no sent?an nada aguadas sino absolutamente duras y r?gidas, solo faltaban los grandes y gordos brazos que no estaban cubiertos por mi faja. -Vaya si que cambie con la faja.- dije con la voz incr?dula de la Sra. Martha. -Claro mami y con el vestido quedaras preciosa.- me dijo mientras me tomaba de la cintura. Ah? est?bamos frente al espejo madre e hija, ella delgada y delineada, y yo amplia y ancha. -Bueno me voy a poner mi vestido, tu haz lo mismo mami.- me dijo mientras me daba la espalda y se dirig?a a la puerta, dej?ndome ver lo bella y hermosa figura que le delineaba ese cors?. Apenas me pod?a mover con esa faja, me sent?a amarrado del cuello para abajo, pero era un sacrificio que hac?a para verme mejor. El vestido estaba en la cama extendido, me incline hacia ?l, pero para mi sorpresa la faja me imped?a siquiera inclinarme, me agache como mujer en falda poniendo mis piernotas juntas y bajando como si estuviera haciendo sentadillas, solo para tomar el vestido. Me lo puse como si fuera un gran camis?n, y lo deje caer, al ser entallado se quedo atorado entre mis enormes senos, empec? a jalarlo para acomodarlo en mi cuerpo. Casi no batalle ya que por la faja, el vestido se resbalaba por mi cuerpo de manera muy f?cil. Ah? estaba yo con un vestido largo negro, pegado a mi cuerpo, realmente se ve?a muy bien la Sra. Martha, o m?s bien yo, mis grandes senos en esa tela brillante se ve?an redondos y parados, ten?a un gran escote el vestido que dejaba ver lo grandes y vastos que eran mis senos, voltear hacia abajo me dejaba at?nito con lo enormes y redondos que ahora estaban, su cintura marcad?sima me hac?an ver m?s delgada, y acentuaba mucho mas mis anchas caderas, y m?s impresionante mi enorme culo ahora se ve?a duro y paradito. Segu? sin creerme lo que ve?a, giraba, me pon?a de lado, me encantaba como lucia, me sent?a guapa y muy sexy, sent?a como al pasar mis manos en mis senos, mis pezones se erectaban de lo sensual que me sent?a. -Basta.- dije fuertemente con la voz enfurecida de la Sra. Martha, otra vez estaba dejando que mi cuerpo y sus sensaciones me controlaran, me volv? a ver al espejo y vi las imperfecciones que ya conoc?a de este cuerpo, la peque?a papada que sal?a debajo me rostro, levante un brazo y con el otro sent? lo gelatinoso de mi antebrazo, le di una peque?a palmada solo para ver como empezaba a zangolotearse y no parar por un rato, de nuevo me sent?a gorda, y pesada, y ahora con la faja adem?s me sent?a aprisionado a este vestido, que hacia el caminar toda una proeza. Estaba descalzo, as? que busque que zapatos ponerme, justo cuando empec? a buscarlos entro mi nena hermosa en su vestido. -Como me veo mami??- me dijo mientras entraba al cuarto. Estaba hermosa, su vestido rosa, le quedaba entallad?simo al cuerpo, realzando todos sus bellos atributos, y haci?ndola parecer de la realeza, ten?a un gran escote de donde sal?an sus bellos senos asom?ndose, la peque?a cinturita que tiene la hac?an ver tan peque?a y delgada, y el peinado y maquillaje que tra?a le hac?an una perfecta combinaci?n a su vestido. Fue directo hacia a m? con una enorme sonrisa en su bello rostro, me abrazo y sent? sus brazos, apretujando y rodeando mi cintura, y posicionarse justo encima de mi culo enorme. -Gracias mami, me encanta como esta todo hasta ahora.- me dijo mientras segu?a presion?ndome la cintura, me sent? muy feliz cuando dijo eso, altamente fascinado por estar ah? con ella y poderla hacerla sonre?r de esa manera. Me dejo de abrazar y se separo de m? sin dejar de poner el brazo en mi espalda, y yo mi brazo en su espalda. -Estamos hermosas esta d?a mama. - me dijo mientras ve?amos nuestros reflejos en el espejo. Ahora s? que sent?a extra?o verme reflejado en este cuerpo, ah? junto a la persona que tanto deseaba, ahora adem?s de verla con lujuria y cari?o, la ve?a con mucho orgullo, me sent?a tan bien verla vestida tan bella, tan linda, estaba tan feliz, realmente me sent?a muy feliz siendo su madre, una lagrima empez? a recorrer mi mejilla, por dios estaba llorando, las emociones de este cuerpo ganaban sobre mi mente. -Mama no llores, todo lo contrario sonr?e.-me dijo con esa voz de ?ngel que tanto me gustaba. -Si nena, ya no lloro.-le dije con una voz cortada y un nudo en la garganta, me sent?a dominado por estas emociones femeninas. -Ya es hora de irnos, a esperar la limo.- dec?a mientras al mismo tiempo, me secaba las l?grimas con delicadeza para no maltratar, mi maquillaje. -Si est? bien.- le conteste mientras ella iba rumbo a la planta baja de la casa. -Espera te falta tu saquito para que no se te vean los brazotes que tienes mami. - dijo mientras regresaba al ropero y tomaba una tela negra y con piedritas en forma de brillantes. Me la dio y me la puse cual si fuera una camisa de hombre, solo que esta era peque??sima y solamente cubr?a mis brazos y hombros, batallaba un poco para entrar por mis enormes y gelatinosos brazos, cuando por fin me puse el saco ya no se ve?an para nada los brazos gordos que tenia, aunque si los sent?a apretujados entre la tela. Saque los zapatos que me pondr?a con ese vestido, estaban debajo del tocador en una caja, eran negros y de tac?n algo alto, y de varias l?neas que se entrecruzaban entre mis pies, era extra?o tener puesto ese tipo de zapatos, apretujaban algo mus pies, pero los hac?an ver sexys y elegantes. Al ver el reloj ya hab?an pasado hora y media desde que empec? a ponerme la faja, vaya que vestirse siendo mujer te quitaba mucho tiempo, era agotador y hasta doloroso, pero el resultado era verse muy bien y sentirse mejor, ya veo por qu? a las mujeres les encanta esto. Por fin estaba listo, nos fuimos hacia abajo. De nuevo sent?a como mis grandes nalgas se mov?an de un lado hacia otro, aunque ahora me mov?a mucho m?s despacio por la faja, el vestido y los zapatos altos que tra?a puestos. Me sent?a como si desfilara en una pasarela, claro una pasarela de modelos plus size. Usar tacones no me pareci? dif?cil, solo record? el tac?n y punta, el problema fue al bajar los escalones, ya que me sent?a alto, y adem?s no ten?a mucha seguridad en cada paso. Empec? a dar vueltas por la sala, para as? acostumbrarme a los zapatos y a lo ajustado que iba, y me di cuenta que al igual que mis nalgas mis hombros se contoneaban de un lado hacia otro, cada paso era un contoneo de cuerpo y caderas, mientras tanto Liz, estaba sentada mandando mensajes por su celular. Despu?s de algunas vueltas por la sala, y aunque le di golpes a los muebles con mi enorme culo, por no estar acostumbrado a girar con tanta inmensidad a mis espaldas, ya me hab?a acostumbrado a lo apretado que estaba y al caminar con tacones y aunque me parec?a aun extra?o el contoneo que mi gran cuerpo produc?a con cada paso, ya lo empezaba a sentir normal y parte de mis inmensas proporciones. Se oy? que llegaba un auto frente a la casa, salimos a ver, era una limosina hummer blanca, atr?s de ella venia el auto de la t?a Nena, de repente afuera era un gritadero de mujeres. Llego tambi?n la t?a M?nica junto a varias amigas de Lizbeth que ya yo conoc?a. La casa se hab?a convertido en una reuni?n de mujeres que adoraban y felicitaban a mi Lizbeth. Yo solo ve?a lo feliz y hermosa que luc?a, era mi Nena y me sent?a tan feliz. Cuando de repente llego Oscar a la casa, al verlo volv? a sentir un gran calor de mi vientre a mi pecho, y por la cara que hicieron mis ahora hermanas, tambi?n me sonroje. -Buenas noches se?oras, ya estoy listo para acompa?ar a Liz, a su sesi?n de fotos en la playa.-dijo sin quitarme un ojo de encima, al parecer le hab?a impactado como me ve?a en ese vestido entallado. -Ya es hora de que me vaya con Oscar y mis primas mami, te veo en la iglesia. -me dijo mientras se acercaba a darme un beso en la mejilla. Se subieron a la limosina, y Oscar a su auto, y se marcharon. -"rale gorda que culote se te ve, impactaste al fot?grafo.- me dijo la t?a M?nica mientras me dio una gran nalgada en mi trasero. -Si verdad.-le dije algo molesto por la nalgada. Las dos t?as ven?an con vestidos muy elegantes, la t?a M?nica en uno azul tambi?n entallado y largo, que delineaban muy bien su delgada figura, mientras que la t?a nena, parec?a una se?ora de aristocracia con su vestido lila, largo y esponjado. -Que buena faja, luego me dices donde la compraste.-dijo la t?a Nena. -Si claro.- no creo que existan para ese tama?o de panza, pens? para mis adentros. -Bueno hermanotas es hora de irnos.-dijo la t?a M?nica mientras nos agarraba de la espalda y nos empujaba hacia afuera. Ya afuera cada una se subi? a sus autos y emprendimos el viaje a la iglesia, y as? empez? m? ahora trabajo como madre. Llegando a la iglesia el cura me llamo y me bendijo, adem?s de decirme que era una mujer muy hermosa, mientras mis ahora hermanas se pusieron a acomodar a la gente que poco a poco llegaba. Muchos ven?an a felicitarme y darme bendiciones, identificaba a muy pocos, y me molestaba mucho porque cada vez ten?a que poner buena cara, y hablar, y detestaba la nueva forma en que sonaba, mi voz de mujer era para m? muy fastidiosa y segu?a sin acostumbrarme a sonar as?. Y por fin vi mi cuerpo, ahora ocupado por la Sra. Martha, venia en un traje negro y faja roja, me ve?a muy bien, venia llegando con mi papa y mi mama. Fui a recibirlos, y a pedirles que me dejaran a hablar con Oscar sobre unas cosas de la fiesta. Pero justo cuando ?bamos a hablar, llego la limosina y bajo de ella mi hermosa nena. Empezaron a pararse todos en la iglesia para recibirla, y ver como llegaba al altar. Corr? r?pidamente, o m?s bien lo m?s r?pido que me pod?a mover, me acomode en mi lugar y empez? la misa. Mi cuerpo de nuevo tuvo mucho sentimiento y ganas de llorar al ver a Lizbeth enfrente del altar, pero me contuve. Termino la misa, y empezaron a tomarse fotos por todos lados, incluy?ndome yo, con las t?as de Lizbeth, invitados y dem?s. Aunque casi no conoc?a a nadie, los comentarios fueron solo platicas de agradecimiento y adulaci?n sobre lo bien que nos ve?amos tanto mi nena como yo. Por fin despu?s de varias fotos, salimos de la iglesia, y se acerco Lizbeth, junto a Oscar mi cuerpo, tomados de la mano. -Nos vamos en la limo a la fiesta mami, me voy a llevar a unos amigos y a Oscar, te veo all?. - me dio un beso en la mejilla, aunque yo mor?a por darle uno en sus labios, bueno mi mente mor?a por darle un beso, mi cuerpo en cambio sent?a muchas ganas de abrazarla muy fuertemente, y as? lo hice. -Nos vemos Sra. Martha, que bien se ve, seguramente el fot?grafo ya la chuleo tambi?n.-me dijo mi cuerpo, como si quisiera darme a entender algo, pero prefer? no prestarle atenci?n a la Sra. Martha. Vaya por fin estaba listo para irme a la fiesta, cuando una mano me toco el hombro antes de que empezara a irme hacia mi camioneta. Gire mi cabeza para ver qui?n era, y ah? estaba el fot?grafo, mi Oscar, pens?, se ve?a tan alto desde esa posici?n, aunque en realidad, ahora era que yo era m?s peque?o, venia en traje, lo que lo hac?a ver aun m?s atractivo. -Se ve muy bien Sra. Martha.- me dijo mientras me ve?a directamente a los ojos. Me sent?a indefenso, ante este hombre, mi cuerpo lo deseaba, y le provocaba mucha lujuria y excitaci?n, y tenerlo tan cerca mientras me tocaba me provocaba aun mas deseo. -Ya est? lista para la fiesta, voy a hacer que tenga grande recuerdos de esta noche.-me dijo sonri?ndome, mientras bajaba su mano por mi espalda, y trataba de llegar a mi enorme culo. -Si gracias, nos vemos en la fiesta.- me retire justo antes de que llegara a agarrar la parte m?s grande de mi cuerpo. Me fui directo a la camioneta, estaba excitada, solo pensaba en lo caliente que estaba, mi cuerpo deseaba que ese hombre la poseyera, pero yo no tenia ning?n deseo de que eso pasara. Me sent?a caliente por dentro, llegue a mi camioneta y prend? el clima, hab?a sudado un poco por ese encuentro, me dirig? al hotel donde estaba el sal?n de fiestas donde ser?a el evento. Por fin llegue, el lugar era enorme y para llegar al sal?n hab?a arreglado con rosas y claveles todo el camino, a lado del sal?n hab?a una caba?ita llena de ventanales donde no se ve?a nada para adentro pero tambi?n estaba llena de arreglos por fuera, entre por fin al sal?n y estaba hermoso el lugar, hab?an arreglado con muchas m?s flores y detalles que por fuera, era un gran trabajo, pero despu?s de todo el lugar era de los m?s exclusivos de la ciudad, vaya si que esta gorda tiene dinero, pens?, me fui a acomodar a la mesa principal, donde ya estaba sentada la T?a M?nica. -Vaya por fin llegaste gorda. -Si me entretuve un poco. -Con el fot?grafo, o con quien?? -Si con ?l. -Hay gorda ya dale un poco de ti, a poco no te gusta, mira que ya el hecho de que le gusten las de tu tama?o ya es raro. -No quiero hablar de eso. -le dije de una manera ruda. -Hay, ok gordis, s? que no est?s acostumbrada a eso, pero ya es hora de que te consigas a alguien, vente. - me jalo y puso su mano sobre mi cintura como un cintur?n, que quedaba encima de mi tremendo culo gordo. -Tal vez est?s gorda y todo, pero sigues siendo una bella mujer y muy afortunada de tener a tu hija.-me dijo y no se la raz?n pero me sent? muy bien al escucharlo. La gente empez? a llegar, las mesas se empezaron a llenarse, en la m?a se sentaron mis hermanas y otras se?oras que yo no conoc?a, entre ellas la abuela de Liz, que hasta ese momento me di cuenta que era ahora mi madre. Empezaron a charlar sobre c?mo se ve?an las dem?s mujeres en la fiesta, ri?ndose de las que peor vestidas ven?an y adul?ndose entre ellas de lo bien que se ve?an. Yo solo asent?a y me re?a, sin hablar, era fastidioso estar ah? fingiendo ser una m?s de esas gordas criticonas, fui al bar y ped? un vaso con whisky en las rocas, el mesero se me quedo mirando un poco raro, supongo que es raro que una Se?ora pida whisky y aun mas solo en hielo. Me regrese a mi mesa, y sent? varias miradas observando mi enorme y rebosante culo, entre amigos de Lizbeth, y meseros, me sent? m?s sexy en ese vestido, di algunos sorbos a la bebida y me fui lentamente para que me vieran mejor, jajaja a este cuerpo le gustaba que lo vieran con lujuria, y la verdad a m? tambi?n me hac?a sentir bien que me vieran as?. Llegue a la mesa y segu?an hablando de tonter?as, voltee a las ventanas y vi mi reflejo, ah? estaba yo, dentro de una vieja gorda, en un vestido entallado, oyendo hablar de cosas que no me interesaban y sobre todo fastidiado de estar aqu?. De repente empezaron a contar chistes, y aunque era malos, muy malos, ellas re?an como cacat?as, que fastidiosas y ruidosas risas sal?an de ese grupo de mujeres, yo solo les sonre?a para no verme mal, de repente y para mi asombro la t?a M?nica conto uno muy bueno, que me saco una gran carcajada, cuando empec? a re?rme sent? como retumbaban mis pechos por el sonoro ruido, y adem?s la risa que emanaba de mi boca me parec?a espantosa, era una de las cacat?as ruidosas ahora, me paralice al o?rme, era una risa fastidiosa de mujer, ruidosa y chirriante, deje de producirla en cuanto me o?, me sorprendi? que ahora sonara as?, fue cuando comprend? que en ese momento yo era una de esas se?oras gordas, tomando y riendo, y no me quedaba de otra, m?s que tratar de disfrutar ese momento. Segu? tomando y pidiendo al mesero que me trajera mas vasos de whiskey, y riendo cual vieja gorda que ahora era, y contando mis propios chistes subidos de tono, me re?a y ya no me importaba como sonaba, no sab?a si era porque me la estaba pasando muy bien entre todas estas mujeres, o por que el alcohol empezaba a hacer sus efectos en mi. Y por fin llego mi nena, la Sra. Martha en mi cuerpo la tenia sostenida de la mano todo el tiempo, iba y ven?a saludando a sus amigos y familiares, y les presentaba a su novio, sent? envidia al ver eso, yo deber?a estar con ella abraz?ndola y disfrutando con ella su d?a, y no aqu? sentado viendo el lugar y escuchando hablar a un mont?n de mujeres sobre cosas que a m? ni me interesaban. Empezaron con el Valls, y bailaron por todo el sal?n, la fiesta la empec? a sentir muy r?pida, ya iba para mi quinto vaso de whiskey en la noche y me sent?a muy feliz, y lleno de energ?a, vaya que si el alcohol me afectaba, mi cuerpo estaba calent?ndose, y mis risas aumentado. Despu?s del Valls siguieron los regalos, sus amigas vinieron por m? y me arrastraron entre todas me sent?a una gran ballena impulsada por ese mont?n de muchachas. Le dimos una gran caja, ella la abri? y dentro hab?a muchos regalos, un Iphone, un Ipad, y las llaves de un auto. Hasta yo me sorprend?, salieron corriendo a la calle para verlo, no me imaginaba para nada lo generosa que era la Sra. Martha con su hija. Fui a la salida y vi el auto que ahora era de Liz, era un Yaris creo que azul el?ctrico, ella estaba feliz, les tomaron mas fotos con sus regalos, yo me fui al bar por otro vaso de whiskey y me sent? con el grupo de cacat?as para seguir charlando. Me dec?an que era muy buena madre, que como le hac?a para darle todo eso, yo solo re?a y dec?a que era porque era una ni?a muy buena, jaj? tan buena que mor?a por poseerla. Sirvieron la cena, mientras pasaban un video de mi Lizbeth de peque?a, yo devore mi plato, vaya que s? ten?a hambre, segu? tomando y comiendo, era lo que m?s me distra?a. Mi mente ya no estaba tan clara, el grupo ya hab?a empezado a tocar y la gente empezado a bailar, vi a mi nena en su vestidito entallado, me llamaba a tomarla y llenarla de besos. Fui directo hacia ella, me tropec? con algunos invitados, y a otros los empuje con mi tremenda humanidad, entre golpes de mis enormes nalgas y el tremendo par de senos, moverse en la pista de baile fue todo un reto, vaya que usar tacones y dar esos pasos tan cortos era dif?cil, llegue con ella, y le ped? un abrazo, ella me lo dio, pero al hacerlo trate de darle un beso en la boca, pero ella volteo la cara y me dijo que era lo que intentaba, que si hab?a tomado de mas, que nunca me hab?a visto as?, que me fuera a sentar, y despu?s le dijo a Oscar, o m?s bien la Sra. Martha en mi cuerpo que me llevara a sentar. Mientras iba de regreso a mi mesa, me sent?a como un idiota, que demonios hacia, ahora estaba dentro de su madre, estaba apenado, frustrado y lo peor borracho y sentimental. -Que has tomado?-me dijo la Sra. Martha muy furiosa con mi voz. -Poquito whiskey, pero creo que usted no est? acostumbrada.-le dije mientras me re?a, aunque por dentro me derrumbaba. -Qu?date aqu?, y ya no tomes, ten. -me sent? en la mesa y me dio un agua mineral con lim?n, y regreso a la pista de baile. Ah? estaba yo, atrapado en el cuerpo de mi suegra gorda, ebria, y muy caliente, mi vientre estaba calientito, mi piel la sent?a tersa y extasiada, como si necesitara que la abrazaran, solo que ahora adem?s me sent?a rechazado, por la mujer que amaba. Triste y frustrado me pare de la mesa, sal? del sal?n para caminar y relajarme un poco. Estaba afuera un poco frio, y sent? un poco de escalofri?, puse mis brazos cruzados entre mis enormes pechos, y as? calentarme un poco, cuando un brazo cruzo mis hombros y me atrajeron a un cuerpo. Voltee a ver qui?n era, y ah? estaba mi Oscar, ese hombre alto y apuesto de barba cerrada, que ya antes me hab?a besado. -Tienes frio verdad, mira lo que traigo.-me mostro una botella de whiskey con un vaso. -Vamos a acab?rnosla en esa casita.-se?alo con la mano que tra?a la botella la caba?ita de vidrio que estaba alado del sal?n cerrada completamente, llena de ventanales con un vidrio reflejante que no permit?an ver hacia dentro, as? como una puerta enorme con vidrios similares que solo reflejaban lo que hab?a a su alrededor. Me sent?a triste, rechazado y muy caliente, pero al estar ah? alado de ese hombre que me rodeaba con sus brazos me sent?a muy bien, no s? si fue el alcohol o la necesidad de estar con alguien pero me dirig? a la casita de vidrio junto a ?l. Caminado hacia esa casita vi mi reflejo, ah? estaba la Sra. Martha abrazada por un alto y apuesto hombre, por un momento quise darme la vuelta y regresarme a la fiesta, pero ?l me tomo de la mano con su otro brazo y la acerco a sus labios y me dio un beso en ella, me sent? en un sue?o cuando hizo eso, tanto que al regresar a la realidad ya estaba dentro de la caba?ita de cristal. Empez? a darme besos en mi cuello, y a rodearme y tocarme por todos lados con sus brazos, me empec? a sentir muy caliente, y excitado, que bien me sent?a, ahora me encantaba que me tocara, y besara, y me sobara todas mis anchas proporciones. -Quieres hacerlo?-me dijo mientras mord?a mi oreja. Me quede callado, no sab?a que contestar, pero cuando me di cuenta mis manos ya hab?an desabrochado su cintur?n. El me sujeto de mi peque?o saco y lo empez? a jalar para quit?rmelo, mis gelatinosos brazos quedaron al descubierto y se tambaleaban de lo gordos que son, el empez? a llenarme de besos en ellos, me los mord?a y sent?a muy placentero cuando lo hac?a. Se quito su saco y quedo solo en su camisa, se me acercaba cada vez mas y me dec?a lo bella y hermosa que era, no paraba de llamarme diosa, que era su diosa. Segu?a llen?ndome de besos, en mi cuello, bajando por mis enormes pechos, y rode?ndome con sus brazos en la cintura, me besaba mi gordo vientre, y bajaba y sub?a sus manos entre mis anchas caderas, como si intentara medir lo anchas y enormes que eran. De repente bajo hasta mis piernas, sujeto la parte de abajo de mi vestido y empez? a subirlo, yo de inmediato lo imped? con mis manos por el pudor que sent?a en ese momento, pero el tomo mis manos y las empez? a besar, mientras al mismo tiempo sub?a lentamente el enorme vestido entallado que llevaba puesto. Mientras lo sub?a, recorr?a mi cuerpo, poco a poco y ahora tocaba mi faja, me sent?a tan bien, estaba excitad?simo, cada parte de mi cuerpo deseaba que ese hombre me poseyera, y el alcohol en mi sistema descontrolaba mis ideas, llevo mi vestido hasta arriba, y lo jalo con mucha delicadeza para no lastimarme, me trataba tan bien ese hombre, que me hac?a sentir muy deseado, en ese momento la lujuria ya me hab?a ganado, el calor que sent?a en mi vientre ahora era un incendio que llegaba hasta mis pechos. Por fin me dejo solo en la faja color negro que llevaba, sujeto mi enorme par de nalgas y las empez? a masajear con las dos manos, luego desocupo una mano y la subi? a mi cara, y me atrajo a su rostro para darme un gran beso, lo sent? tan rico, tan suave, tan acorde con ese momento de pasi?n y deseo que en ese momento ocurr?a. De repente jalo el cierre de mi faja, y lo llevo hasta donde empezaba mi gran culo, me giro y puso sus manos en mis hombros. Mi prisi?n, mi faja, me la estaba quitando y me dejaba solo en ropa interior, jalo por completo la faja para retir?rmela, con su fuerza no batallo en nada en quitarme la faja, aunque esta estaba completamente pegada a mi cuerpo, a ?l se le facilito tanto quit?rmela, que me asombro que en un momento mi faja ya estaba en el piso y yo estaba solo en esa ropa interior negra de encaje a la que ya me hab?a acostumbrado tanto. -Eres una diosa, y si me lo permites hoy te hare m?a.-me dijo susurrando a mi o?do, mientras lo lamia y me sobaba todo mi vasto cuerpo. Se empez? a desabotonar la camisa, y me dejo ver su pecho, algo velludo, tan caliente y suave que al atraerme hacia ?l me hac?an sentir toda su virilidad encarnecida y dura entre mi suave y brumoso vientre. Todas las sensaciones que antes hab?a sentido en ese cuerpo no se comparaban a lo que ahora sent?a, me sent?a muy h?medo y muy caliente entre mis piernas, para ser exactos en mi vagina, esta ten?a una gran necesidad de tener algo dentro, le urg?a llenar ese espacio vac?o, estaba mojadisima, sent?a escurrir entre mi ropa interior todo ese h?medo y caliente lubricante que mi cuerpo naturalmente produc?a. Me jalo hacia ?l, y volv? a sentir toda su virilidad, me desabrocho mi enorme sost?n, ya no hab?a nada que me cubriera de la cintura para arriba, el se acurruco entre mis enormes pechos y empez? a lamer las enormes aureolas duras que ahora tenia, hasta ese momento no hab?a sentido lo duro que estaban mis pezones pero al voltear hacia abajo vi lo erectos que estaban, realmente duros, y al el lam?rmelos me hac?an sentir cientos de impulsos a mi cuerpo, me daba besos, los agarraba, los apretaba sutilmente, y los segu?a lamiendo, era muy rico que lo hiciera, y cada vez me excitaba mas. A su vez mi vagina ahora estaba ardiente, y aun m?s h?meda que antes, y con aun m?s ganas de ser penetrada. Puso sus manos en mis enormes gl?teos y me levanto para ponerme en una mesa de madera que estaba dentro de la caba?a, quede recostado en la enorme mesa, y despu?s empez? a bajar mi calz?n, yo no quer?a eso, trate de impedir que me quitara la ultima prenda antes de quedar desnudo y vulnerable, pero ya no aguantaba m?s, eran demasiado fuertes mis ganas y deseos de ser penetrado. Me hab?a dejado completamente desnudo sobre esa mesa, solo o? el caer de su cintur?n, y lo siguiente que sent? fue un vasto y gran bulto caliente toc?ndome mi mojada y suave vagina. Dios!!! fue tan rico sentir cuando por fin penetro mi vagina, esta se tragaba todo su pene, y yo sent?a como se llenaba esa necesidad tan grande, ese vac?o entre mis piernas, ese deseo de que me poseyera y poseerlo. Cientos de sensaciones me vinieron, de calor, de lujuria, de placer y dolor, rico y gustoso, en esa primera penetraci?n. Se empez? a mover hacia atr?s y adelante y me clavaba tan bien su virilidad, su ancho y largo pene, que cada vez que lo hac?a yo sollozaba de placer, mi voz ahora era sufrida y gustosa, me encantaba ese da?o tan glorioso que me produc?a cada vez que se hacia adelante y hacia atr?s, cada vez mas y maas fuerte. No me pod?a controlar, estaba excitad?simo, segu?a sollozando, y aullando, mord?a mis labios, me tocaba los senos, y me excitaba mas y mas. De repente me agarro mis piernotas, y las levanto y giro para que me diera la vuelta, me puso en cuclillas, y subi? el tambi?n a la mesa, y ah? estaba yo en la misma mesa con un hombre penetr?ndome la vagina, en la posici?n de perrito, dios se sent?a aun mejor que antes, ahora sent?a aun mas placer ya que todo su pene llegaba aun m?s lejos que antes. Y ahora adem?s sent?a como mis grandes senos se balanceaban acorde a cada penetraci?n, mientras el tomaba con sus manos mi enorme culo, basto, grande y gordo, y arremet?a contra m? con m?s fuerza y pasi?n, que me dejaban extasiado. Voltee hacia las ventanas y me vi, ah? estaba yo, mi reflejo, la Sra. Martha, ahora yo, gozando tanto y tan rico, la caba?a al ser de cristal mostraba mi hermosa nueva imagen, ah? estaba en cuclillas, con una gran cara de excitaci?n, mis grandes pechos colgando y balance?ndose, y atr?s el hombre que tanto me excitaba penetr?ndome y sujetando mi enorme y hermoso culo, que lo tapaba de la cintura hacia abajo, yo me ve?a enorme, grande, bella y sobre todo excitad?sima, verme me produjo mas placer que antes, gozaba ser la mujer gorda y ancha que sollozaba de placer por ese momento. -Dios!!!- grite despavoridamente cuando sent? como por fin se inflaba por completo su pene, ya ?l estaba a punto de eyacular.-ahh! Ahhh!!!- alcance a sollozar cuando al mismo tiempo sent?a su gran venida, y como sal?a de el todo su ser, yo a la vez sent? como si un gran fuego se formara en mi vientre, ese calor se volvi? una gran explosi?n, sent? como si esa peque?a explosi?n, se iba hacia todo mi cuerpo, por un instante sent? cada c?lula de mi cuerpo arder y calentarse tanto, al siguiente instante que me recobre sent? como toda mi vagina secretaba mas y mas lubricante espeso de ella, -Ahhhhh!!!- me vine con placer, con calor, con una enorme satisfacci?n que ya no pod?a soportar m?s. -Ya, ya!!! - le dije mientras el retiraba su pene de mi mojada, caliente y saturada vagina. Era insuperable ese placer, fue un orgasmo, no se comparaba de ning?n modo al placer que como hombre hab?a sentido, esto que acababa de experimentar fue el mejor momento de toda mi existencia. Me recost? boca abajo y me deje relajar, el se acost? boca arriba y me sobaba mis empapadas nalgas, me voltee al igual que el boca arriba, voltee hacia el y el hizo lo mismo, lo vi a su cara, me tomo del rostro, me acerco al suyo y me dio un beso, largo, sencillo, pero muy hermoso. Que es lo que seguir? no lo s?, pero en estos momentos adoraba ser la mujer gorda y satisfecha que ahora era. Continuara ...