Todo el dia contigo 2
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Todo Mi Cuerpo Y Mi Mente (I) free porn video
Es la primera vez que quedas con alguien de la red. No sabes si debes pero quieres hacerlo y ya es hora de conocer a alguien. Ademas, este es muy majo.
Llegas al bar, tarde y me buscas desde la puerta.
Me ves y piensas “diossssssssss es ese, es guapillo y atractivo, mas de lo que pensaba”.
- ¿Hola, eres Babidy?
- ¿Y tu Alicia? ¿Que tomas?
- Una cola.
Sacas unos papeles del bolso y un bolígrafo. Lo apoyas en la mesa y leo algunas palabras de las escritas “CONTRATO DE SUMISIÓN" " ILIMITADO" " DURACIÓN UN MES”. Al final del papel, una fotocopia del DNI
Me miras fijamente a los ojos, sin pestañear y me lo entregas firmado.
Dejo los papeles sobre la mesa y pido tu coca-cola. Te observo y tu mirada busca al camarero, adivinando si leerá el papel tan a la vista o no. Suspiras cuando se aleja, doblo los papeles y los guardo.
Hablamos mientras das sorbitos a la bebida. Me levanto y me alejo, me apoyo en la pared detrás tuyo, no puedes verme, pero yo sí. Observo el bar y como las miradas se desvían hacia ti. Vestiste provocativa como te dije.
Vuelvo, te rodeo por atrás y susurro:
- Ve al baño, quítate las bragas y métetelas en el coño. Luego nos iremos.
Excitada por la situación, mientras te encaminas al baño, tu cabeza da vueltas a lo que estas viviendo. Jamas has sido libertina, jamas has sido salida, ni siquiera has vestido como hoy.
Nunca habías puesto los cuernos a mi marido, ni te lo habías planteado hasta conocerme.
Pero siempre la fantasía mas habitual para masturbarte ha sido la sumisión. Claro que una cosa es fantasear y otra vivirlo. De todas formas esto es factible, menos mal que es tanga.
- Ya estoy, he obedecido, vámonos.
Salimos del bar, agarro tu mano y siento tu nerviosismo. Paseamos y hablamos.
Ya no me agarras tan fuerte y tu caminar es mas pausado. Te relajas, confías en mi.
Te rodeo la cintura sin soltarte la mano y la pongo encima de tu nalga, dejo ahí tu mano y te rodeo con mi brazo. Andas en esa posición, sin necesitar mas indicaciones, hasta llegar a un pequeño parque.
Te apoyo en el respaldo de un banco, de pie. Me agacho y separo tus piernas. Sientes un dedo acariciarte, penetrarte y sacar tus bragas, mojadas. Me pongo de pie, sonrío y las acerco a tu cara. Las hueles...
- Tío nos van a ver, no estoy preparada para esto. Tengo miedo, estoy nerviosa por todo.
Has dicho a tu marido que ibas con unas amigas un fin de semana. El contrato es de un mes, no se como vas a poder quedar de nuevo, si es que te gusta el juego.
- Nadie te va a conocer, pero tienes que tranquilizarte. Toma, esta es la llave de la habitación. Sube, date un baño, abre la nevera y mira sobre la cama. Yo subiré en media hora. Tendrás que abrirme la puerta.
- ¿Como quieres que te llame? ¿Mag? ¿Amo? No me has dicho ni tu edad ni tu estado civil. ¿Media hora? Tardo tres minutos en ducharme.
- Llámame Mag, no necesitas saber nada mas de mi de momento. Tienes que escucharme bien para cumplir el contrato. No te duches, báñate tranquila, relájate. Abre algo de la nevera, ponte música... Así de nerviosa no disfrutarás como mereces. Luego lee la nota que hay encima de la cama.
Te veo alejarte hacia el hotel. Hemos hablado mucho y se lo que va a pasar.
Entras en la habitación y lo primero que haces es abrir la nota, no puedes controlar tu curiosidad. Lees: "ABRE LA PUERTA DESNUDA CON UNA COPA DE VINO EN LA MANO”. Tu excitación no para de crecer.
Estas nerviosa, mas excitada que la mayor parte de las veces que he tenido un buen polvo
Toc, toc, toc
Abres la puerta con miedo, asomando la cabeza pero tal y como te he pedido
COMPLETAMENTE DESNUDA
Termino de abrir la puerta, cojo la copa de vino y doy un sorbo. Derramo el resto por tu cuerpo, observo como va mojando tu piel.
La puerta sigue abierta y se escucha una pareja por el pasillo. Se acercan. Veo tu expresión suplicante. Me quito el cinturón, siguen acercándose.
Bajo la cremallera y me sigues la mano con la mirada.
De repente, se han parado unas puertas antes de llegar. Solo digo...
- Arrodíllate.
Te arrodillas frente a mi, sabías que existiría esta situación, lo esperabas y deseabas. Notas el bulto, te acercas deseando lo que va a pasar.
La visión de tu cuerpo me hace desearte, dejarte hacer lo que está en tu mente, pero se que has sido mala.
- Has leído la nota solo llegar verdad?
Asientes
- Te has bañado?
Niegas
El cinturón, aún en mi mano, golpea tus nalgas. No lo esperabas y un grito ahogado sale de tu garganta.
- Sígueme, de rodillas
Me acerco a una silla, me siento y te hago un gesto para que pongas tu cuerpo encima. Te doy un cachete que retumba por la habitación. Dos, tres, cuatro...
- Ya vale, por favor. Sólo me duché y leí la nota solo entrar por la puerta. Lo siento
Me detengo. Solo quería una disculpa.
- Recuerda nuestro contrato. Solo obedece. Túmbate boca abajo.
Abro la nevera, cojo una botella de agua bien fría y la hago rodar por tu espalda. La deslizo hasta tu culo rojo de los azotes y te calma el calor que sientes.
- Ponte otra vez de rodillas en el suelo.
Me bajo los pantalones, me siento delante tuyo y recuesto mi espalda. Sabes que tienes que hacer.
Me miras y piensas: “ya es hora de que me pidas eso. Es una de las cosas de sexo que mas placer me dan,
y por lo que me han contado lo hago muy bien, no tengo claro si por que me gusta lo hago muy bien o lo hago muy bien por que me gusta”.
Suena un móvil.
- Joder, puto teléfono. ¿Quien será? Debí apagarlo Mag. ¿Puedo cogerlo?
Ves el nombre de tu marido en la pantalla y lo coges.
- Hola cari, te iba a llamar ahora mismo. Bien estoy bien, ya te llamare que voy a pagar en el super.
Me incorporo, sentado. Te miro hablar y no doy crédito que hayas parado y estés hablando. Me acerco a ti y meto dos dedos en tu coño.
- Joder, estas empapada. (te susurro en el otro oído)
Veo como muerdes tu labio para que tu marido no note lo que pasa. Dos dedos empiezan a hacerte suspirar.
- Parece que tu marido te echa de menos, no quiere colgar.
Te tumbo de espaldas en el suelo, separo tus piernas agarrando tus rodillas y te acaricio desde estas hasta las tetas. Pellizco tus pezones, fuerte. Das un gritito y sabes que tienes que colgar mientras mis manos bajan por tu cuerpo. Noto como aguantas la respiración para ahogar los gemidos.
Mis manos llegan a tus muslos, siento la presión de tus piernas por separarse al máximo. Mi palma derecha sobre tu coño, se empapa entera. Tres dedos te penetran, chapotean. Te noto al limite y me aprietas para que no los saque. Veo tu boca abierta, creo que tu marido te descubrirá si no haces algo.
- He de cortar cariño.
Sueltas el móvil y te liberas.
- ¿Me corro! Diossssssssssssssss, casi se entera.
- ¿Le puedo volver a llamar?
- Llama y chúpamela. Has tenido demasiado premio sin hacer nada.
- Lo siento cari, se me había cortado. Nada ya te llamare luego.
Ya hace rato que estoy duro y tu mamada es de las mejores que he tenido... Opto por dejar que te lo tragues todo, cosa que haces sin inmutarte.
Cojo la maleta que trajiste, vacía como te pedí y meto dentro sábanas, toallas y tu ropa. Quedas desnuda frente a la cama, mirándome. Saco una libreta y un boli, te la acerco y rellenas los datos que hay marcados.
Código del móvil: 3538
Pin de la tarjeta: 1977
Cojo la maleta, tu bolsa y me dirijo a la puerta. Me paro delante de ella y me doy la vuelta, veo alivio en tu mirada y me acerco. Te enseño una tarjeta. Puedes leer: “LIMPIEN LA HABITACIÓN”
De tu boca sale un no en tono de suplica y yo pregunto:
- Como dices?
Bajas la mirada arrepentida, ves como mis pies se alejan, cierro la puerta y me voy.
Llegas al bar, tarde y me buscas desde la puerta.
Me ves y piensas “diossssssssss es ese, es guapillo y atractivo, mas de lo que pensaba”.
- ¿Hola, eres Babidy?
- ¿Y tu Alicia? ¿Que tomas?
- Una cola.
Sacas unos papeles del bolso y un bolígrafo. Lo apoyas en la mesa y leo algunas palabras de las escritas “CONTRATO DE SUMISIÓN" " ILIMITADO" " DURACIÓN UN MES”. Al final del papel, una fotocopia del DNI
Me miras fijamente a los ojos, sin pestañear y me lo entregas firmado.
Dejo los papeles sobre la mesa y pido tu coca-cola. Te observo y tu mirada busca al camarero, adivinando si leerá el papel tan a la vista o no. Suspiras cuando se aleja, doblo los papeles y los guardo.
Hablamos mientras das sorbitos a la bebida. Me levanto y me alejo, me apoyo en la pared detrás tuyo, no puedes verme, pero yo sí. Observo el bar y como las miradas se desvían hacia ti. Vestiste provocativa como te dije.
Vuelvo, te rodeo por atrás y susurro:
- Ve al baño, quítate las bragas y métetelas en el coño. Luego nos iremos.
Excitada por la situación, mientras te encaminas al baño, tu cabeza da vueltas a lo que estas viviendo. Jamas has sido libertina, jamas has sido salida, ni siquiera has vestido como hoy.
Nunca habías puesto los cuernos a mi marido, ni te lo habías planteado hasta conocerme.
Pero siempre la fantasía mas habitual para masturbarte ha sido la sumisión. Claro que una cosa es fantasear y otra vivirlo. De todas formas esto es factible, menos mal que es tanga.
- Ya estoy, he obedecido, vámonos.
Salimos del bar, agarro tu mano y siento tu nerviosismo. Paseamos y hablamos.
Ya no me agarras tan fuerte y tu caminar es mas pausado. Te relajas, confías en mi.
Te rodeo la cintura sin soltarte la mano y la pongo encima de tu nalga, dejo ahí tu mano y te rodeo con mi brazo. Andas en esa posición, sin necesitar mas indicaciones, hasta llegar a un pequeño parque.
Te apoyo en el respaldo de un banco, de pie. Me agacho y separo tus piernas. Sientes un dedo acariciarte, penetrarte y sacar tus bragas, mojadas. Me pongo de pie, sonrío y las acerco a tu cara. Las hueles...
- Tío nos van a ver, no estoy preparada para esto. Tengo miedo, estoy nerviosa por todo.
Has dicho a tu marido que ibas con unas amigas un fin de semana. El contrato es de un mes, no se como vas a poder quedar de nuevo, si es que te gusta el juego.
- Nadie te va a conocer, pero tienes que tranquilizarte. Toma, esta es la llave de la habitación. Sube, date un baño, abre la nevera y mira sobre la cama. Yo subiré en media hora. Tendrás que abrirme la puerta.
- ¿Como quieres que te llame? ¿Mag? ¿Amo? No me has dicho ni tu edad ni tu estado civil. ¿Media hora? Tardo tres minutos en ducharme.
- Llámame Mag, no necesitas saber nada mas de mi de momento. Tienes que escucharme bien para cumplir el contrato. No te duches, báñate tranquila, relájate. Abre algo de la nevera, ponte música... Así de nerviosa no disfrutarás como mereces. Luego lee la nota que hay encima de la cama.
Te veo alejarte hacia el hotel. Hemos hablado mucho y se lo que va a pasar.
Entras en la habitación y lo primero que haces es abrir la nota, no puedes controlar tu curiosidad. Lees: "ABRE LA PUERTA DESNUDA CON UNA COPA DE VINO EN LA MANO”. Tu excitación no para de crecer.
Estas nerviosa, mas excitada que la mayor parte de las veces que he tenido un buen polvo
Toc, toc, toc
Abres la puerta con miedo, asomando la cabeza pero tal y como te he pedido
COMPLETAMENTE DESNUDA
Termino de abrir la puerta, cojo la copa de vino y doy un sorbo. Derramo el resto por tu cuerpo, observo como va mojando tu piel.
La puerta sigue abierta y se escucha una pareja por el pasillo. Se acercan. Veo tu expresión suplicante. Me quito el cinturón, siguen acercándose.
Bajo la cremallera y me sigues la mano con la mirada.
De repente, se han parado unas puertas antes de llegar. Solo digo...
- Arrodíllate.
Te arrodillas frente a mi, sabías que existiría esta situación, lo esperabas y deseabas. Notas el bulto, te acercas deseando lo que va a pasar.
La visión de tu cuerpo me hace desearte, dejarte hacer lo que está en tu mente, pero se que has sido mala.
- Has leído la nota solo llegar verdad?
Asientes
- Te has bañado?
Niegas
El cinturón, aún en mi mano, golpea tus nalgas. No lo esperabas y un grito ahogado sale de tu garganta.
- Sígueme, de rodillas
Me acerco a una silla, me siento y te hago un gesto para que pongas tu cuerpo encima. Te doy un cachete que retumba por la habitación. Dos, tres, cuatro...
- Ya vale, por favor. Sólo me duché y leí la nota solo entrar por la puerta. Lo siento
Me detengo. Solo quería una disculpa.
- Recuerda nuestro contrato. Solo obedece. Túmbate boca abajo.
Abro la nevera, cojo una botella de agua bien fría y la hago rodar por tu espalda. La deslizo hasta tu culo rojo de los azotes y te calma el calor que sientes.
- Ponte otra vez de rodillas en el suelo.
Me bajo los pantalones, me siento delante tuyo y recuesto mi espalda. Sabes que tienes que hacer.
Me miras y piensas: “ya es hora de que me pidas eso. Es una de las cosas de sexo que mas placer me dan,
y por lo que me han contado lo hago muy bien, no tengo claro si por que me gusta lo hago muy bien o lo hago muy bien por que me gusta”.
Suena un móvil.
- Joder, puto teléfono. ¿Quien será? Debí apagarlo Mag. ¿Puedo cogerlo?
Ves el nombre de tu marido en la pantalla y lo coges.
- Hola cari, te iba a llamar ahora mismo. Bien estoy bien, ya te llamare que voy a pagar en el super.
Me incorporo, sentado. Te miro hablar y no doy crédito que hayas parado y estés hablando. Me acerco a ti y meto dos dedos en tu coño.
- Joder, estas empapada. (te susurro en el otro oído)
Veo como muerdes tu labio para que tu marido no note lo que pasa. Dos dedos empiezan a hacerte suspirar.
- Parece que tu marido te echa de menos, no quiere colgar.
Te tumbo de espaldas en el suelo, separo tus piernas agarrando tus rodillas y te acaricio desde estas hasta las tetas. Pellizco tus pezones, fuerte. Das un gritito y sabes que tienes que colgar mientras mis manos bajan por tu cuerpo. Noto como aguantas la respiración para ahogar los gemidos.
Mis manos llegan a tus muslos, siento la presión de tus piernas por separarse al máximo. Mi palma derecha sobre tu coño, se empapa entera. Tres dedos te penetran, chapotean. Te noto al limite y me aprietas para que no los saque. Veo tu boca abierta, creo que tu marido te descubrirá si no haces algo.
- He de cortar cariño.
Sueltas el móvil y te liberas.
- ¿Me corro! Diossssssssssssssss, casi se entera.
- ¿Le puedo volver a llamar?
- Llama y chúpamela. Has tenido demasiado premio sin hacer nada.
- Lo siento cari, se me había cortado. Nada ya te llamare luego.
Ya hace rato que estoy duro y tu mamada es de las mejores que he tenido... Opto por dejar que te lo tragues todo, cosa que haces sin inmutarte.
Cojo la maleta que trajiste, vacía como te pedí y meto dentro sábanas, toallas y tu ropa. Quedas desnuda frente a la cama, mirándome. Saco una libreta y un boli, te la acerco y rellenas los datos que hay marcados.
Código del móvil: 3538
Pin de la tarjeta: 1977
Cojo la maleta, tu bolsa y me dirijo a la puerta. Me paro delante de ella y me doy la vuelta, veo alivio en tu mirada y me acerco. Te enseño una tarjeta. Puedes leer: “LIMPIEN LA HABITACIÓN”
De tu boca sale un no en tono de suplica y yo pregunto:
- Como dices?
Bajas la mirada arrepentida, ves como mis pies se alejan, cierro la puerta y me voy.
Jo
- 12.12.2022
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